barakaldo - El PNV se pone en el peor de los casos después de que algunos partidos hayan cuestionado los pilares esenciales del autogobierno vasco. Ciudadanos pide derogar el Concierto Económico que permite a las instituciones vascas recaudar sus propios impuestos, un mensaje secundado por varios barones socialistas y populares. El propio candidato a la reelección como presidente español, Mariano Rajoy, ha pedido eliminar la disposición constitucional que permite votar la anexión navarra a la comunidad autónoma vasca. En ese contexto, los jeltzales pusieron ayer en valor el voto a su partido para poner pie en pared si Moncloa cae “en malas manos”. El PNV se esforzó para traducir al lenguaje llano los riesgos a los que se enfrenta el autogobierno para movilizar al votante. Vio en el alambre todos los progresos económicos y sociales. Aseguró que el paro en Euskadi es menor que en España, que se han mantenido los servicios públicos y la calidad en sanidad y educación, que se han activado fondos para compensar el gasto farmacéutico a los pensionistas y los colectivos más vulnerables, y que la renta de garantía de ingresos es motivo de “envidia” incluso entre los más progresistas, en alusión directa a Podemos. “Estamos mucho mejor que en España en calidad de vida, y esa diferencia la hemos amasado entre todos a través del autogobierno. Ahí está el riesgo en estas elecciones”, avisó el presidente del EBB, Andoni Ortuzar. El jeltzale dijo que, aunque Moncloa caiga en malas manos, “aquí habrá una alternativa que defienda Euskadi”. Ortuzar llegó a agitar la papeleta del PNV con vehemencia ante todos los presentes.

El escenario del mitin, celebrado en Barakaldo, en pleno corazón de una margen izquierda olvidada por el Estado durante la crisis económica de los años ochenta, era especialmente propicio para que los mensajes del PNV para prevenir sobre los partidos españoles tocaran fibra sensible. El cabeza de lista al Congreso por Bizkaia, Aitor Esteban, recordó que hubo grandes empresas, como Altos Hornos, que generaban muchos puestos de trabajo, acabaron convirtiéndose en empresas públicas del Estado y, cuando estalló la crisis, Madrid “se retiró, desapareció”. “El Estado no apostó por Euskadi, porque tenía otras preferencias. Y lo que quedó para tirar adelante fue el esfuerzo de los ciudadanos de este país. Con los recursos que nos podía proporcionar el Concierto, fuimos saliendo adelante. A ellos no les importará que los jóvenes tengan que irse de sus lugares de origen a vivir a Madrid para encontrar trabajo. A nosotros, sí”, zanjó entre ovaciones del público. Esteban alertó ante los partidos estatales, que vienen a pedir el voto y, después, “si te he visto, no me acuerdo”. El lehendakari completó el argumentario para movilizar el voto puntualizando que la papeleta del PNV sirve para defender Euskadi, pero también para cambiar el Gobierno español.

El público se mostró receptivo durante el mitin, e incluso hubo momentos de emoción para el partido, como cuando Iñaki Anasagasti, que no repetirá como senador, recibió un caluroso aplauso a instancias del lehendakari. La normalidad en el mitin solo se vio interrumpida por la noticia de la agresión a Rajoy, que recibió la repulsa de Ortuzar. “En democracia las bofetadas se dan solo en las urnas”, avisó.

Los jeltzales reconocieron que no siempre lo han tenido fácil para sacar jugo a Madrid, sobre todo en la última legislatura marcada por la mayoría absoluta de Rajoy, o en otros momentos más trágicos y tensos como la Guerra Civil y la intentona de golpe de Estado durante la Transición, instantes que se recordaron en un vídeo proyectado en el mitin. Se prevé que las elecciones arrojen un reparto de escaños muy dividido, sin mayorías claras, y ahí el PNV podría tener margen para influir en algunas votaciones. El lehendakari aseguró que Madrid “nunca nos lo ha puesto fácil”, pero que su partido lo ha intentado con el objetivo de alcanzar pactos positivos para la construcción de Euskadi. Puso sobre la mesa logros como el respeto a los derechos históricos o el Estatuto de Gernika, y zanjó que “aquí no hay privilegios”, sino “derechos, leyes y pactos”. “Nunca nadie nos ha venido a regalar nada desde Madrid. Los vascos siempre hemos vivido de nuestro trabajo, y solo sabemos vivir de nuestro trabajo. Eso es autogobierno”, zanjó.

pse A pesar del pacto con los socialistas en las tres diputaciones y muchos ayuntamientos, el PNV lanzó algún dardo al PSE. Ortuzar recordó la victoria jeltzale en Barakaldo en las pasadas elecciones municipales, lo que redujo a Portugalete el otrora feudo socialista de Ezkerraldea, y se congratuló porque “se han acabado los tiempos del famoso cinturón rojo que asfixiaba a este pueblo”. Aunque dijo que Barakaldo necesitaba aire fresco, rechazó las revanchas o los vetos. El lehendakari, por su parte, aseguró que “nadie” puede dar lecciones al PNV de compromiso social y económico con la margen izquierda. Además, repasó los tres ejes del partido para la próxima legislatura en Madrid, que pasarían por acordar la política económica, la paz y un nuevo estatus de autogobierno pactado.