Todo apunta a que algunos de los grandes movimientos que se avecinan en España no se van a reproducir en Euskadi. A Ciudadanos, según todas las encuestas (salvo una que merece comentario aparte) no se le espera y a mí me cuadra bastante con la intuición. Presentarse a la sociedad para decirle que va a suprimir el Concierto y el Convenio Económico es la mejor manera de pegarse un tiro en el pie. Es decir, que esa gran incógnita de la que dependen futuras alianzas para formar Gobierno en España ya está en la práctica resuelta aquí: no existe o es residual; Ciudadanos en Euskadi es como el principio homeopático en el cuerpo de un humano.

El riesgo de las encuestas al por mayor es que cuando ponemos la lupa patinan estrepitosamente. Esta semana hemos tenido varios ejemplos que suenan casi ridículos. Por ejemplo, la distribución de escaños para Nafarroa que atribuye el Centro de Investigaciones Sociológicas dependiente del Gobierno español está basada en 420 encuestas. Así les salen los resultados. Y si tomamos ese ejemplo cercano, de una realidad que creemos conocer, por qué me voy a fiar de que los resultados por otros lares son más fiables.

Pero me ha sorprendido especialmente la que lleva la firma de Redondo y Asociados. Esta es la que adjudica un escaño a Ciudadanos en Bizkaia. Debo ser el único que no conocía al asesor de moda de la derecha española que está detrás de esta consultoría. Eso sí, me gusta la sinceridad con la que se presentan en su página web: “primera firma en el desarrollo de lobby de España”. Con estas credenciales anuncian tres entregas de sondeos basados en 1.500 entrevistas (háganse una idea: el sociómetro del Gobierno vasco entrevista a 2.400 personas en Euskadi). En fin, a partir de ahí les ahorro los resultados. Es como hacerlo a ojo.

Pero volvamos al tablero vasco para constatar que tanto PNV como EH Bildu van a tener dificultades para marcar acento en medio de la pugna española por la Moncloa. Estas elecciones a las Cortes españolas llegan en el intermedio entre otras dos citas electorales que marcan la hegemonía en las instituciones vascas. Podríamos leer los resultados como una suerte de reválida de las forales y municipales y como un anticipo de las elecciones al Parlamento Vasco en otoño del año que viene. Los sondeos, el Sociómetro y el que hoy mismo publica Grupo Noticias, parece que afianzan al PNV en clara ventaja sobre EH Bildu, aún indecisa tras el revés de hace seis meses.

Podemos ya había demostrado fuerza en los últimos comicios pese a la dispersión de sus marcas, pero los sondeos le aúpan más en esta cita electoral. A mí me han sorprendido esos cuatro escaños que atribuyen las encuestas porque no parece que la gravísima crisis interna le pase factura y porque parece pescar electores de sectores tan diversos como el PSE y EH Bildu, amén de fagocitar a Ezker Anitza.