gasteiz - El lehendakari, Iñigo Urkullu, defendió ayer en el Parlamento Vasco que la ausencia en el pacto antiyihadista secundado por PP y PSOE no significa que desde Euskadi su principal institución rehuya el compromiso en esta materia. Aseguró que desde el Gobierno Vasco se está obrando con “lealtad” en el ámbito competencial que le corresponde y reclamó al presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, este mismo comportamiento y evitar hace un uso “partidista” de la lucha contra el terrorismo yihadista.

En respuesta a una pregunta formulada por la secretaria general del PP vasco, Nerea Llanos, Urkullu criticó que la formación conservadora quiera “arrogarse la legitimidad única” en este asunto, sobre todo después de que tras recibir una llamada del presidente del Gobierno español en la que le consultó su disposición a trabajar de forma conjunta, el lehendakari le garantizara la “plena colaboración” de su gabinete; una información que el jefe del Ejecutivo autonómico transmitió, según explicó, a todos los responsables de los partidos con representación en la Cámara legislativa y que obtuvo respuesta de todas las fuerzas salvo de los populares vascos y su presidente, Alfonso Alonso.

En su argumentación, el lehendakari repasó las bases de los ocho puntos que componen el pacto antiyihadista y mostró su conformidad con los cuatro que “corresponden al ámbito de competencias” del Gobierno de Gasteiz. Fuera del articulado al que circunscribe el jefe del Ejecutivo autonómico la participación vasca figura la apuesta de los firmantes del pacto por la prisión permanente revisable, una suerte de condena perpetua con la que el PNV no está de acuerdo.

El lehendakari recordó que la reacción inicial del Gobierno Vasco y del resto del entramado institucional tras los recientes atentados, tanto de París como de Túnez y Mali, ha sido el “rechazo frontal” ante esta forma de violencia, de igual manera y con la misma actitud que se mantuvo en el pasado frente al terrorismo de ETA. Y, al igual que entonces, asumió que Euskadi “no está libre de amenaza”, por lo que insistió en el compromiso del pueblo vasco para participar en la búsqueda de soluciones.

En este aspecto, y a la espera de conocer si la coalición de aliados reclamará a España que participe en los bombardeos contra el Estado Islámico, Urkullu valoró que la guerra “no es el medio para acabar con el fanatismo”, a la vez que suscribió su compromiso “integral” con las medidas a adoptar para tratar de zanjar este problema desde su raíz y evitar “gérmenes que den lugar a células yihadistas”.

Con este objetivo, el lehendakari ponderó el encuentro que la semana pasada mantuvieron en Madrid representantes de la Ertzaintza y los Mossos de Escuadra en la sede del Ministerio del Interior. El líder jeltzale demandó que estos encuentros pasen, a partir de ahora, a tener un carácter estructural y no se limiten a citas “coyunturales” ante situaciones concretas. El lehendakari consideró que la experiencia de los últimos años ha demostrado que una respuesta “global” ante un problema de esta naturaleza resulta “más eficaz” que las decisiones adoptadas de forma unilateral por alguno de los agentes implicados.