vitoria - La necesidad de sumar esfuerzos contra la amenaza yihadista ha propiciado que el presidente español levante el teléfono para llamar al lehendakari tras meses de incomunicación. Tras el poco fructífero encuentro celebrado en septiembre del pasado año, Urkullu se había dado por vencido y no había pedido más reuniones ante la falta de respuesta a sus iniciativas de paz y autogobierno. Desde entonces, la brecha se ha convertido en sima, con el lehendakari deseando abiertamente que Rajoy sea desalojado del gobierno español en las elecciones generales del 20 de diciembre.

Pero ayer a mediodía el presidente tecleó el teléfono del lehendakari para ponerlo al corriente de la amenaza yihadista tras los salvajes ataques perpetrados en París y, muy en concreto, para controlar las fronteras y realizar un seguimiento conjunto desde la Ertzaintza, la Policía española y la Guardia Civil, tal y como explicaron fuentes de la Moncloa a este diario.

Urkullu ha recibido de muy buen grado la disposición de Rajoy, según admiten fuentes de Lehendakaritza. Por lo visto, el presidente se ha comprometido a mantener informado a Urkullu de cualquier incidencia o variación en el estatus de la amenaza yihadista.

Pero hay más. La colaboración entre el Ministerio del Interior y el departamento de Seguridad está siendo “total” en los últimos días en palabras del Gobierno Vasco, todo un giro si se tiene en cuenta que hasta ahora habían surgido innumerables roces. La Ertzaintza quiere tener acceso directo a las bases de datos internacionales para combatir con mayor acierto el yihadismo, pero Madrid se niega, solo accede a ellas la Policía española y, después, ofrece los datos de segunda mano a los agentes vascos. También reivindica entrar en el espacio Schengen que permitiría operar en suelo francés. Sin llegar a solucionar esas cuestiones, el Ministerio del Interior ha querido al menos tener el gesto de invitar hoy a la Ertzaintza y a los Mossos d’Esquadra catalanes a la reunión que estudiará el nivel de alerta antiterrorista, situado hasta la fecha en el cuarto escalafón sobre un total de cinco (el nivel más elevado supondría movilizar al ejército). En principio, se mantendrá el nivel pero reforzando la seguridad en puntos críticos como las centrales nucleares y los aeropuertos.

Antes de los ataques de París, el Gobierno Vasco había lanzado la posibilidad de que Euskadi decretara un nivel de alerta 3, inferior al estatal, porque sus contactos con la comunidad musulmana en Euskadi arrojaron la conclusión de que la radicalización era menor en suelo vasco. Sin embargo, las fuentes consultadas admiten que los últimos atentados pueden trastocar todos los análisis. El ataque en París dejó 129 víctimas y cientos de heridos, y las fuerzas de seguridad europeas permanecen en guardia ante la fuga de uno de los artífices de la operación, Salah Abdeslam. La vigilancia sobre el paso fronterizo de Irun está siendo muy estrecha.

pacto antiyihadista En cualquier caso, se mantiene el rechazo vasco al pacto antiyihadista de PP y PSOE. El PNV no lo firmará porque contempla la prisión permanente revisable, una cadena perpetua encubierta que no ve compatible con el objetivo de la reinserción y que, de todos modos, difícilmente puede disuadir a simpatizantes yihadistas que están dispuestos a morir inmolándose en sus atentados. Al lehendakari tampoco le convence participar en los bombardeos sobre los feudos del Estado Islámico en Siria porque afectarían a civiles inocentes y generarían más odio y acciones de respuesta de los yihadistas.

Lo cierto es que Rajoy no ha dicho nada al respecto y establece varias condiciones como actuar en el marco de una operación internacional conjunta y contar con el aval del Congreso, aunque todo podría cambiar si Francia lanza una petición expresa de ayuda en ese sentido. El recuerdo de Irak y los consiguientes atentados del 11-M en los trenes de Madrid sigue pesando en el PP, más aún en puertas de las elecciones. Rajoy informará a Urkullu si recibe alguna petición internacional. Moncloa quiere dar una relevancia especial al contacto con Urkullu. Dice que no habrá ronda de contactos con los presidentes autonómicos, sino que la llamada se debe al papel que le corresponde al lehendakari en el control fronterizo.

ronda Moncloa enmarca la llamada en la apuesta de Rajoy por consultar las cuestiones de Estado con los principales líderes. Solo ha llamado de momento a Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos). El deshielo con Urkullu, no obstante, solo afecta a la seguridad. No entraron en las propuestas de paz y autogobierno del lehendakari ni acordaron reunirse.