Donostia - Los autores del Informe Foronda sobre la violencia terrorista en Euskadi señalaron ayer que “la dictadura franquista no explica por sí sola” el nacimiento de ETA y su permanencia durante 35 años y apelaron a la responsabilidad de las “personas y organizaciones” que apoyaron a la banda. “No existen condicionantes contextuales que obliguen a nadie a empuñar una pistola”, señaló Raúl López, uno de los historiadores que ha redactado el Informe Foronda sobre “los contextos históricos del terrorismo en Euskadi y la consideración social de sus víctimas 1968-2010”, que compareció ayer ante la Comisión de Derechos Humanos de las Juntas de Gipuzkoa.

López presentó, junto con el director del Instituto Valentín de Foronda, de la UPV/EHU, José María Ortíz de Orduño, el estudio encargado por el Gobierno Vasco que recoge datos sobre las actuaciones criminales de ETA, los GAL y organizaciones de extrema derecha entre 1968 y 2010.

El informe resalta que el 82% de los asesinatos de ETA en Euskadi hasta mediados de los años 80 no tuvieron ninguna respuesta ciudadana, lo que evidencia el “abandono” a las víctimas en esos años. López, además, rechazó las críticas de EH Bildu, que considera el informe serio “pero parcial” porque “no incluye las torturas”, y del PNV, que aprecia “falta de contextualización” a la hora de explicar el surgimiento de ETA.

En este sentido, remarcó que “frente a la consideración de la inevitabilidad” de los hechos los historiadores que han elaborado el estudio “han hecho hincapié en la responsabilidad de personas y organizaciones” que defendieron y apoyaron el terrorismo.

Así, indicó que entre los factores que explican por qué en Euskadi “prendió” más el terrorismo que en otras comunidades del Estado español figuran la “intervención de fuerzas del orden público salidas de la dictadura” que “no pasaron por un proceso de depuración después” de la transición a la democracia.

Algo Evitable Sin embargo, “nada es inevitable”, señaló López quien subrayó que “aquéllos que decidieron tomar las armas o justificar que se tomaran” lo hicieron “amparándose en una minoría frente a una mayoría que estaba en otras claves, sobre todo a partir de la amnistía general de 1977”.

A juicio de López, el informe contextualiza suficientemente el origen de ETA porque también se recoge el terrorismo de los GAL y cómo esta organización “ayudó a deslegitimar al Estado a español y a dar alas a la persistencia” de la banda terrorista.

En lo referente a la ausencia de movilizaciones en apoyo a las víctimas, López señaló que hay factores que pueden explicarla “aunque no justificarla” como el hecho de que parte de la población “podría no estar de acuerdo con los métodos de ETA pero sí con los fines” o que se “ligara” a las Fuerzas de Seguridad del Estado con el “recién acabado franquismo”. Asimismo aludió al “miedo” de parte de la sociedad “a no querer ser confundida con un posible apoyo a esa policía” si participaba en las movilizaciones , al tiempo que incidió en la “instalación de una cultura del odio y la demonización de estos colectivos”. Para López, el informe recoge también la consolidación de una “cultura cerrada sobre sí misma, integrada por un universo de organizaciones de diferentes áreas que comprende y justifica el terrorismo de ETA”. “Todo podría haber sido diferente y la prueba es que ahora es diferente”, sentenció.

La juntera del PNV Zorione Etxezarreaga aseguró que el informe debe ser “completado” con información sobre el contexto político del franquismo, “que llevó a cabo una terrible represión hacia la cultura vasca”, porque de lo contrario “no se comprende” el surgimiento de la banda terrorista, mientras que el portavoz de EH Bildu, Xabier Olano, señaló que en el informe “faltan referencias a las torturas” y afirmó que no debería ceñirse al periodo 1968 sino analizar la fase anterior y posterior. - Efe