barcelona - El president de la Generalitat de Catalunya y candidato de Junts pel Sí para las elecciones del 27-S, Artur Mas, afeó ayer la “poca altura de miras” que demuestra el Gobierno al reaccionar a la manifestación de la Diada, cuando desde la Monclo deberían “abrir los ojos”, porque resultó una movilización “sin parangón” en el “resto del mundo”.

Decepcionado con las respuestas que se están sucediendo en cascada tras la multitudinaria manifestación de anteayer en Barcelona, Mas consideró “sorprende” la reacción de algunos de los principales responsables del Ejecutivo español. De una “ miopía política total”, el president se refirió de esta forma a las consideraciones realizadas por la vicepresidenta del Gobierno de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, que calificó de electorales los actos celebrados en torno a la Diada. Remarcando que el movimiento independentista no es de gente a la que “se le ha ido la olla”, sino un reto con “mayúsculas”, el líder de Convergència Democràtica de Catalunya contrastó la postura española frente a la exhibida por “otras capitales europeas y mundiales” que, afirmó, no entienden el “inmovilismo total” del que hacen gala desde las filas del PP. Así, instó a que abran “los ojos a la realidad”, pues no hay otro país en “el mundo” que pueda exhibir la capacidad de movilización demostrada ayer y en 11-S anteriores.

Mas también tuvo palabras para otras formaciones políticas, como Ciutadans, que pusieron en cuestión la participación en la Diada al apuntar que hubo más catalanes en casa que en la avenida Meridiana de Barcelona. Respondiendo que “cuando hay un gran partido de fútbol, en el campo hay más gente que mirándolo por la tele” e instar al partido de Albert Rivera a que “no nos traten de tontos”, el president también censuró la velada crítica efectuada desde Catalunya Sí que es Pot, que acusó de “manipular la Diada” a los partidos y agrupaciones civiles que conforman la plataforma Junts Pel Sí. Y es que a la gente que acudió a la Meridiana no se le pidió el carné de partido ni a quién votarán el 27S, certificó, para tildar de “tramposo” y “chapucero” presentarlo como una movilización manipulada por una candidatura. - Efe