bilbao - La Ertzaintza detuvo ayer por orden de la Audiencia Nacional a los dos condenados a ingresar en prisión por quemar cajeros en el barrio de Santutxu en 2001, Aingeru Cardaño y Aitor Fernández, quienes declararon que incumplirían la orden judicial. Los arrestos, que se produjeron sin contratiempos e incluso de manera voluntaria en el caso del segundo, se llevaron a cabo a lo largo de la mañana de ayer en sus localidades de residencia, Munitibar y Bilbao respectivamente. Los dos vizcainos fueron acusados por delitos de tenencia de artefactos explosivos y de daños terroristas tras lanzar cócteles molotov contra entidades bancarias en el barrio de Santutxu hace 14 años. Sobre ellos, pesaba una orden de detención e ingreso en prisión de tres años de la AN, sobre la cual afirmaron el pasado día 19 que “no se someterían” por la “falta de legitimidad” de esos tribunales para juzgar a vascos. Los dos bilbainos alegaron la “injusticia” de la sentencia ya que aseguran que las declaraciones obtenidas por la Ertzaintza fueron llevadas a cabo bajo tortura, insultos e incluso agresiones sexuales cuando fueron incomunicados cuatro días en Arkaute tras la detención.
suspensión en BERMEO Por otro lado, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Bilbao dictó ayer la suspensión del brindis y la comida por los presos previstos en las fiestas de Bermeo. El recurso fue presentado por el delegado del Gobierno español en Euskadi, Carlos Urquijo, quien pidió suspender estos actos festivos ya que, argumentó, iban en contra de la Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo. El delegado recordó que otras actuaciones similares en Ibarra y Areatza fueron también recurridas y estimada su suspensión por los tribunales de justicia, ya que, declaró, “una sociedad que quiere recuperar la normalidad tras años de acoso terrorista no puede permanecer indiferente ante actos claros de enaltecimiento del terrorismo”. - DNA