Bilbao - Los partidos vascos se preparan para buscar un nuevo estatus de autogobierno para Euskadi. La ponencia parlamentaria culminó en mayo la fase previa de comparecencias de expertos y ahora debe entrar en harina y perfilar el articulado del nuevo marco tras el verano. Sin embargo, antes debe recopilarse todo el material recibido en los últimos meses en la ponencia, y los informes pedidos a los gobiernos vasco y español sobre las competencias pendientes y costes económicos. Tal y como avanzó este diario, el Gobierno Vasco los enviará en menos de tres meses. Según el escrito al que ha podido tener acceso este periódico, la ponencia ya ha recibido una notificación oficial en ese sentido del viceconsejero de Relaciones Institucionales, Peru Bazako. El documento, recibido el día 10, comunica que el proceso de elaboración de informes que le corresponden “está muy avanzado”. “El Gobierno Vasco tiene intención de evacuarlos y remitirlos al Parlamento a lo largo del próximo mes de septiembre”, explica. Las fuentes consultadas avanzan que los documentos se entregarán inmediatamente después del parón veraniego, a principios de septiembre. En lo que concierne al Gobierno español, no obstante, fuentes del Parlamento aseguran que no han recibido ninguna comunicación. “Sin noticias”, zanjan.

Un retraso del Gobierno español a la hora de remitir los documentos demoraría a su vez los trabajos de la ponencia ya que, antes de entrar en el debate político y antes de perfilar los artículos, debe elaborarse el informe que resuma lo que ha dado de sí la ponencia hasta mayo. Sin ese resumen, en teoría no se podría avanzar. La coordinadora de la ponencia, la jeltzale Jone Berriozabal, necesita esos dossieres del Ejecutivo vasco y del español. El PNV reclamó un informe sobre los efectos de la recentralización y otro sobre la cuantificación económica del autogobierno pleno, y el PP pidió un estudio sobre las transferencias pendientes y otro que compare la autonomía vasca con las potestades de otras regiones europeas. La ponencia remitió un escrito el 4 de junio a Lakua y al delegado del gobierno español, Carlos Urquijo, para conocer cuándo estarían disponibles esos análisis. El Gobierno Vasco ya ha respondido, pero la delegación “aún no”, según las fuentes consultadas. Cuando la ponencia remitió ese requerimiento, este periódico se puso en contacto con fuentes de la delegación pero no estaban muy al corriente de esas gestiones.

El debate se presenta muy complejo y las posiciones de partida están muy alejadas, aunque el PNV se propone ensamblar un acuerdo entre abertzales y no abertzales. A pesar de la sintonía con el socialismo en otros ámbitos, el PSE está lejos de admitir el derecho a decidir, uno de los puntos que se prevén más espinosos en el debate.

ibarretxe Por otro lado, el lehendakari ohia Juan José Ibarretxe recordó ayer que el PNV “tiene claro el derecho del pueblo vasco a decidir su futuro”. “Que nadie se confunda”, dijo a ETB, para añadir después que esa es la posición estratégica del partido aunque “luego pueda haber diferentes posiciones tácticas”. También añadió que, en la medida en que jeltzales e izquierda abertzale puedan ir recobrando “la confianza”, se pueden poner de acuerdo “en elementos centrales en torno al futuro”.