vitoria - Las balanzas fiscales son un instrumento que pretende reflejar lo que paga cada territorio al Estado, y lo que recibe a cambio por parte de España. En definitiva, qué comunidades salen mejor y peor paradas con el actual sistema de financiación. Por las acusaciones de falta de rigor y por el ingente trabajo que conllevan, las balanzas fiscales se han publicado muy de vez en cuando, como algo extraordinario. Quizás por ello ha llamado la atención que el Gobierno español de Mariano Rajoy las publicara ayer por segunda vez en lo que va de legislatura, un año después de publicar las últimas; y además después de haber anunciado que aplazaría para la siguiente legislatura el debate de la financiación autonómica porque la delicada situación de las arcas públicas no deja margen de maniobra para mejorar el modelo. Sin embargo, en las últimas horas y cuando faltan unos meses para las elecciones generales (probablemente el 13 de diciembre), el gabinete del PP ha virado y amaga ahora con abrir la negociación sobre la financiación. Al parecer, el Ministerio de Hacienda de Cristóbal Montoro ha enviado una comunicación a los territorios para que pongan a su disposición los datos necesarios y para que las negociaciones se abran en septiembre. Incluso se ha anunciado una reunión para la próxima semana para hacer algún retoque y para que “repunte” la financiación, a la vista de los datos de la recaudación fiscal.
Fuentes del Gobierno Vasco aseguran a este diario que nadie de Madrid les ha comunicado nada sobre la renovación del Cupo, y de todas formas no albergan ninguna esperanza. “No creemos que nos vayan a decir nada. Esto es el final de la legislatura y ya no va a haber arreglo en este tema en esta legislatura”, zanjaron. No parece que se trate de un nuevo desaire por parte de Rajoy a Euskadi, sino que también otras comunidades como la andaluza aseguraron ayer no tener noticias al respecto. Existe el convencimiento general de que, aunque se reciba la comunicación tarde o temprano, no dará tiempo a pactar antes de las elecciones, más allá de un parcheo o retoque. La mayoría lo interpreta como un anuncio electoralista.
deuda En el caso de la Comunidad Autónoma Vasca, está pendiente la renovación del Cupo (caducado desde 2011) y resolver las discrepancias en su aplicación, con 1.184 millones de deuda del Estado con Euskadi, según datos de abril. El sistema de financiación de Euskadi es diferente. Se deriva de los derechos históricos y se regula a través del Concierto: recauda sus propios impuestos, y solo paga al Estado un Cupo por servicios como el Ejército o la Corona, y en concepto de solidaridad con otros territorios. Tampoco negocia en el mismo saco con todas las comunidades, sino que mantiene una relación bilateral con España a través de la Comisión Mixta. A pesar de ello, se ha incluido a la administración vasca en las balanzas, también el año pasado. Las balanzas publicadas ayer, con datos de 2012, reflejan a la comunidad autónoma como un territorio que se beneficia del sistema, ya que recibiría 1.562 millones más de los que aporta a España. En Nafarroa, también con régimen especial, son 371 millones. Madrid sería la más perjudicada, con un saldo negativo de 19.015 millones, más del doble que Catalunya, con 7.439. Tras ellas se sitúa Valencia, con 1.453 de saldo negativo. Andalucía, por el contrario, tiene un saldo de 8.531 a favor.
La explicación para esas cifras estriba en que las balanzas computan como inversión de España en Euskadi infraestructuras que en realidad no están en suelo vasco, como el museo madrileño de El Prado o cuarteles situados en otras comunidades, con la tesis de que también se beneficia de ellos. Por ello, en varios ámbitos se ha pedido que computen solo las inversiones reales. De hecho, el de ayer no es el único sistema de cálculo que existe, pero es el que permite sostener a ciertos sectores que Euskadi está sobrefinanciada y Madrid peor financiada. Ha servido a menudo para que algunas voces pidan suprimir el Concierto.