Bruselas - Los líderes europeos están a la espera de que el pueblo griego se pronuncie hoy sobre unas propuestas que ya no existen, y de conocer un resultado con el que tanto la Unión Europea (UE) como Grecia entran en territorio desconocido. El pulso entre el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, y la Comisión Europea (CE) y el resto de los socios de la Unión, en especial con los otros dieciocho que comparten el euro, está en teoría a horas de resolverse respondiendo con simples “sí” o “no” a una compleja situación con un impacto político y económico profundo en el largo plazo para todos.
Por el momento la confusión y la perplejidad generalizada son la nota predominante ya que aún no se ha explicado ni a griegos ni al resto de los europeos lo que ocurrirá en términos reales si gana el sí o el no y cómo impactará en el club europeo.
Desde la CE, su presidente, Jean-Claude Juncker, ha planteado la consulta en términos de que un sí supone seguir contando con los griegos en la familia europea, mientras que el no les llevará a un territorio que nadie ha sabido definir. “Les pido a los griegos que voten que sí, sea cuál que sea la pregunta, que voten que sí porque lanzarán un mensaje de que quieren seguir con la eurozona y la familia de la Unión Europea”, dijo Juncker esta semana. Preguntado por el significado del “no”, el presidente de la CE dijo que “significaría que Grecia dice no a Europa”.
Tsipras y su Gobierno, por su parte, se han planteado su sorpresiva convocatoria de referéndum (Atenas lo hizo cuando en Bruselas se acercaban más las posiciones) como una manera de lograr una posición negociadora más sólida, de cara a introducir la cuestión de la reestructuración de la deuda de su país.
Sin embargo, el presidente del Eurogrupo (el foro informal que reúne a los diecinueve socios del euro), el holandés Jeroen Dijsselbloem, ha dicho al parlamento neerlandés que un no supondrá abrir la cuestión de si Grecia continúa o no en el euro.
“Estoy dispuesto a ayudar a los griegos, si los políticos griegos y el pueblo dicen que están preparados para aceptar algunas medidas. Si dicen que no quieren, entonces la cuestión es si queda aún lugar dentro de la zona del euro para Grecia”, señaló. - Elena Moreno