madrid - El PNV ya ha tomado postura ante los rumores de adelanto electoral en el Estado. Quiere que Mariano Rajoy convoque cuanto antes los comicios porque ya no espera nada del Gobierno español del PP. El presidente no tiene a Euskadi en sus oraciones: en materia de paz, cree que no tiene que hacer ingeniería para desatascar el desarme o la política penitenciaria, sino que simplemente espera la disolución de ETA; y en el autogobierno cree que Euskadi ya es la región con mayor autonomía del planeta. Rajoy no ha dado respuesta a las reivindicaciones del lehendakari desde su reunión del 15 de septiembre, y Moncloa solo ha llamado a su puerta para tratar de evitar el desalojo del popular Javier Maroto de la Alcaldía de Gasteiz por el jeltzale Gorka Urtaran. El PP no lo ha conseguido, y las relaciones se han enrarecido aún más. Rajoy tampoco ha movido la reforma constitucional para buscar una solución al proceso catalán, y el PNV discrepa de su gestión económica y lo ve sumido en una estrategia de austeridad a ultranza. Ayer mismo, Rajoy se reunió con el expresidente galo Nicolas Sarkozy para criticar la gestión griega. La mayoría absoluta del PP ha servido para atar en corto los debates y la oposición mira a la siguiente legislatura, sin Rajoy en Moncloa o con un gobierno en minoría. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, opinó ayer en Onda Vasca que la legislatura “está agotada” y pidió convocar “cuanto antes unas elecciones que tendrán un tinte especial para Euskadi” porque “se prevé una reforma constitucional”. El PNV podría tener margen en esa reforma ante un gobierno en minoría o dispuesto a abrir ese melón, como el PSOE y Podemos.
El rumor del adelanto ha sido constante en las últimas semanas. En ocasiones cobra fuerza la hipótesis de que Rajoy gobierne hasta el final y convoque las elecciones a finales de noviembre (para rentabilizar los próximos datos económicos, que se prevén positivos; y para presentar unos Presupuestos para 2016 con guiños a los funcionarios en forma de aumento salarial y recuperación de días libres), y en otros momentos se baraja un adelanto a septiembre para cortocircuitar el avance de Podemos y Ciudadanos, y para hacer coincidir esos comicios con las elecciones plebiscitarias catalanas del 27 de ese mes. En un primer momento, parecía que Rajoy acabaría la legislatura, y de hecho anunció cambios de calado en el PP y el Gobierno español. Finalmente, no pasaron de leves retoques. “Ha estado mareando la perdiz y mareándonos a todos con los cambios de Gobierno. Si gobierna de la misma manera que gestiona esto, lo mejor que podría hacer es convocar elecciones cuanto antes”, dijo Esteban.
Parte de la oposición confía en que el PP baje en las elecciones e, incluso, en que se articule un gobierno alternativo de izquierdas sumando a PSOE y Podemos para desbancar a Rajoy si ganara los comicios. El PNV no ha ido tan lejos y pide un gobierno sin mayoría para tener margen en el juego de alianzas. Nadie cuestiona que las relaciones con el socialismo han mejorado notablemente en suelo vasco tras haber sellado gobiernos de coalición en varias instituciones forales y municipales, pero los jeltzales han recordado más de una vez que el PSOE solo ha sido permeable a las demandas de autogobierno cuando ha gobernado en minoría. El PNV cree que Rajoy es consciente de que las mayorías alternativas pueden desbancarlo, y ve movimientos encaminados a dejarlo todo “atado y bien atado, para que luego sea más difícil conseguir una mayoría para modificarlo”. Esteban citó la recuperación del recurso previo de inconstitucionalidad contra los estatutos de autonomía.
En este caso, PP y PSOE van de la mano, y podrían aprobar la medida en julio. Los estatutos ya pueden recurrirse ante el Tribunal Constitucional sin necesidad de que se apruebe la ley, pero con esta propuesta la novedad estriba en que el plazo para hacerlo serán los tres días posteriores a su aprobación en el Congreso, y ese recurso bastará para cortar de raíz toda la tramitación posterior: no se podrá someter a referéndum hasta que llegue la sentencia y se cambien los artículos afectados. El PNV no solo no espera nada de Rajoy, sino que cree que la situación puede empeorar con medidas como esta. Los jeltzales quieren blindar los estatutos para que no se recurran ante el Constitucional.
prisión permanente Por otro lado, el PNV firmará hoy el recurso de inconstitucionalidad contra la prisión permanente revisable, en la que ve una cadena perpetua encubierta. El recurso lo firmarán todos los grupos salvo el PP, aunque se desconoce si lo rubricarán todos los partidos comprendidos en el Grupo mixto.