madrid - El concejal del Ayuntamiento de Madrid Guillermo Zapata renunció ayer como responsable de Cultura y Deportes, aunque no a su acta como edil, para no condicionar al Gobierno encabezado por Manuela Carmena tras pedir perdón por sus tuits con bromas sobre judíos y víctimas del terrorismo.

Carmena se vio obligada a afrontar la primera dimisión de su Gobierno apenas 48 horas después de su formación y a raíz de una polémica que, en realidad, comenzó pocas horas después de haber sido proclamada, cuando se tuvo conocimiento de los mensajes que Zapata publicó en Twitter en 2011.

Zapata compareció junto al responsable de Salud, Seguridad y Emergencias, José Javier Barbero, para expresar que no es antisemita y siempre rechazó la violencia, y avanzar que contactó con los afectados por sus “bromas” y remitirá cartas a los principales señalados, como a la comunidad judía.

El edil indicó que deja la responsabilidad de Cultura pero no el acta de concejal -mantendrá sus funciones de presidente de la Junta de Distrito de Fuencarral-El Pardo-, al entender que la polémica sobre los límites del humor negro en el que englobado sus mensajes polémicos afectan a su función en Cultura.

Zapata indicó que ningún miembro del equipo de gobierno le invitó a marcharse tras esta polémica, ya que su decisión es fruto, en sus palabras, de un “proceso colectivo” y tras haber hablado con la alcaldesa.

Las “bromas” Uno de los tuits de la polémica fue: “Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero”, escribió en 2011. Otro ejemplo, también de ese año, fue: “Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcaser para que no vaya Irene Villa a por repuestos”, por todo ello, la Unidad de Delitos Tecnológicos sopesará si esos mensajes constituyen delito.

En las horas previas a comparecer, Carmena admitió que los tuits le causaron preocupación, aun comprendiendo las explicaciones que le dio el edil, y consideró que “la visión sobre el humor negro” de Zapata quizás aconsejaba que pudiese tener “otras tareas” que no fuesen las de “responsable de Cultura”.

Finalmente, tras una hora de reunión, la alcaldesa aceptó la renuncia del concejal tras sucederse las condenas de partidos y entidades ciudadanas desde que en la noche del pasado sábado Zapata hubiese cerrado su perfil en la red social y pedido disculpas.

El edil explicó tras estallar la polémica que los textos fueron escritos en 2011 con motivo de un debate sobre “los límites del humor”, pero sus disculpas no fueron aceptadas por los grupos de la oposición, que desde el domingo reiteraron las peticiones de destitución o dimisión.

Incluso el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Antonio Miguel Carmona, que con sus votos permitió la investidura de Manuela Carmena, llegó a afirmar que Zapata debía dejar de ser concejal o, como mínimo, renunciar al área de Cultura. Una reclamación de cese a la que se sumaron ayer la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa; y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Además, a raíz de los textos de Zapata, el PP anunció que pedirá la convocatoria de un pleno extraordinario sobre tolerancia e incitación al odio en Madrid. - Efe