madrid - El miembro de ETA Juan Carlos Balerdi Iturralde, condenado a más de 350 años de cárcel por ocho asesinatos, saldrá de prisión antes de lo que tenía previsto. Así lo acordó la Audiencia Nacional (AN) en un auto que obliga a descontarle una serie de redenciones que no se le habían contabilizado por una serie de sanciones que, según los jueces, no se incluyeron en su expediente dentro del plazo estipulado para poder interrumpir dichas reducciones. “Procede por lo tanto reconocer el derecho a redimir del Sr. Balerdi Iturralde en el periodo comprendido entre el 12-8-1989 y el 4-9-1990, al no haber acordado en tiempo y forma la baja por sanciones”, sentencia la AN, que ya ha solicitado a Instituciones Penitenciarias otro cálculo de la condena teniendo en cuenta las redenciones que le corresponden por ese periodo.
Cuando un preso recibe una sanción grave deja de redimir durante el tiempo que la cumple, y resulta que el miembro de ETA “incurrió en varias sanciones” en el periodo que va entre 1989 y 1990, pero no constan en su expediente. Para frenar el descuento de las penas por un castigo, la AN recuerda que es preciso “una propuesta de baja en redención y un auto motivado del juez de vigilancia que la acuerde”, y ambas deben producirse en el plazo de cancelación de las sanciones ya que, según advierte el magistrado y ponente Javier Martínez Lázaro, “una vez canceladas, el interno se encuentra a estos efectos en una situación igual a aquella en la que se encontraría si no las hubiese cometido”.
“Por tanto, si no hubo propuesta y no existió resolución judicial, no puede salvarse esta omisión meses o años después de la cancelación de las faltas a modo de indirecta y extemporanea sanción”, concluye este auto en el que se precisa que no fue “hasta el año 2005 en el que sí aparece entregada al penado una notificación”. El tribunal recoge que a la hora de firmar esa notificación, en lugar de poner su nombre, escribió “Dispersión no”.
del ‘comando eibar’ Detenido en abril de 1989, con 27 años, Balerdi lleva 26 en prisión y cumple condena en la cárcel de Huelva. Su historial le describe como activo pistolero de ETA a finales de los 80 en las filas de comando Eibar. En total suma ocho asesinatos por los que fue condenado a 362 años. Sus primeras víctimas mortales datan de 1987: los guardias civiles Manuel Avila y Federico Carro, quienes la noche del 9 de septiembre se acercaron a inspeccionar un coche que los terroristas habían dejado aparcado en Gernika, y fue el propio Balerdi quien activó la carga mediante control remoto. Dos semanas antes de la Navidad mató a un sargento de la Guardia Civil, de catorce disparos, cuando éste salía de una bar. Pero fue 1988 el año en que cometió la mayoría de sus actos. El 25 de mayo participó en el asesinato de un hostelero de Eibar, y un mes después de otro en Elgoibar. El 16 de octubre el agente de la Ertzaintza Juan José Pacheco, de 26 años, falleció por la explosión de artefactos en la vía del tren Madrid-Irún, a la altura de Legazpi; el 18 de diciembre accionó un coche bomba colocado en los aledaños de Ipurua, estadio del Eibar, asesinando a un agente de la Policía Nacional. Su octava y última víctima mortal, el 22 de diciembre de 1988, fue un hostelero en un pub de Zarautz. - E. P.