MADRID - El secretario general socialista, Pedro Sánchez, salió de la conferencia municipal del PSOE optimista ante el reto de las elecciones de mayo y entusiasmado con el apadrinamiento de Felipe González para ser el abanderado del partido en la carrera hacia la Moncloa. Ante las más de 2.500 personas que se congregaron con ambiente festivo en el recinto de Ifema de Madrid, Sánchez y González aparecieron juntos, unidos de la mano, para enlazar lo que representó el PSOE en 1979, en los primeros comicios locales, y lo que aspira a lograr en la decisiva cita de mayo. Durante el paseíllo hacia el escenario, Sánchez y González estuvieron flanqueados por el candidato a la Comunidad de Madrid, el exministro Ángel Gabilondo, y a la Alcaldía de la capital, Antonio Miguel Carmona.

A la clausura, también asistió el exjefe del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, quien, en cambio, tuvo un papel secundario, evidenciando que su imagen aún se liga al fracaso electoral de 2011 y a la crisis económica. Sánchez saludó a Zapatero, aunque sin especial efusividad, después de los encontronazos que han tenido en los últimos tiempos a cuenta de la decisión del primero de reformar el artículo 135 de la Constitución que impulsó el exjefe del Gobierno y de la cena que éste mantuvo con el líder de Podemos Pablo Iglesias a espaldas del secretario general del PSOE. Preguntado al final del acto sobre si también da su apoyo al actual secretario general, Zapatero respondió lacónico a los periodistas: “Sí, claro, siempre”.

Entre aplausos, Zapatero llegó al pabellón acompañado del secretario de Organización del PSOE, César Luena, antes de la aparición estelar del dúo Sánchez-González. Zapatero tuvo el cariño de algunos militantes y cargos del partido y para compensar su falta de protagonismo en el mitin, también recibió, sin demasiado entusiasmo, el aplauso de Sánchez por su aportación al final del terrorismo, a leyes como la de la igualdad de género o la del aborto o la pluralidad de los medios públicos.

Sin embargo, las principales alabanzas desde el atril y la mayor ovación de la militancia se las ha llevado González, “nuestro querido Felipe, siempre querido y siempre Felipe”, le recibió Gabilondo. En su turno de palabra, el expresidente del Gobierno lanzó el mensaje interno de más calado de la jornada, al garantizar a Sánchez que le va a apoyar en “todo lo que pueda” para que llegue a gobernar, lo que implica decantarse de su lado ante una eventual pugna en julio con la presidenta andaluza, Susana Díaz. “Es mi secretario general y le voy a apoyar todo lo que pueda, y eso es lo que pido como cultura de partido”, sentenció González ante la cerrada ovación con banderolas de los más de 2.500 asistentes. El respaldo firme de González a Sánchez fue el colofón de la conferencia municipal que el PSOE ha celebrado este fin de semana, con el lema Ayuntamientos para la recuperación justa.

González brindó su apoyo a Sánchez en su aspiración de llegar a la Moncloa ante las dudas que aún persisten sobre la posibilidad de que la presidenta andaluza o la exministra Carme Chacón, ambas ausentes en el foro de ayer, rivalicen con el líder socialista si no es bueno el resultado de las elecciones municipales y autonómicas de mayo. “En las primarias, no le voté a él, pero estoy a su disposición, es mi secretario general y a él le voy a apoyar todo lo que pueda”, proclamó.

No obstante, también le puso deberes para que contribuya a que los socialistas europeos lideren el reto de que Europa cambie de rumbo en su política económica para ser competitiva en el mundo. Ante la zozobra que suscitan las encuestas, González pidó a su parroquia “levantar el ánimo” y ser optimistas aunque el panorama sea incierto.

“campaña positiva” Con rostro de satisfacción, Sánchez tomó el testigo de González en el atril, aunque no hizo ninguna mención al espaldarazo brindado por el expresidente ni a sus aspiraciones de competir en la carrera hacia la Moncloa. Sánchez se centró en transmitir un mensaje de optimismo al partido para encarar las elecciones de mayo con “los valores, las ideas, los proyectos y los equipos renovados y las ganas de liderar el cambio seguro que necesita España”. Para lograr esta meta, Sánchez pidió a sus candidatos hacer una “campaña positiva, constructiva, austera, cercana, comprometida socialmente, sin insultos y con propuestas”, porque su enemigo “es la desigualdad, el paro y la pobreza”.

No obstante, arremetió en varias ocasiones contra el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, a quien ha tildado de ser un “presidente excluyente” por decir que quiere ganarse el voto de los “seres humanos normales”. “Lo grave es que, cuando uno define lo que es normal y lo que no es normal, lo que está haciendo es excluir. Rajoy es un presidente excluyente, porque qué es normal y qué es no normal. Es la demostración palmaria de que ni le importa, ni le interesa el sufrimiento de la gente”, le reprochó Sánchez.

Al final del mitin, se invitó a Zapatero a subir al escenario para saludar, aunque se fue por distinto camino que el de Sánchez, rivalizando con él en los selfis que le rogaban las simpatizantes. - Efe