Bilbao - El mediático dirigente de Podemos Juan Carlos Monedero arropó anoche con su participación en un acto abierto al público en Bilbao a la candidatura oficial para las primarias forales denominada Denok bat y que está patrocinada por el Consejo Ciudadano de Euskadi dirigido por Roberto Uriarte. El secretario general de la formación en la CAV fue el anfitrión de un acto que, pese a revestirse de acto académico pues estaba organizado por la UPV/EHU, se asemejó a un mitin de partido donde el público estaba entregado de antemano. El secretario de Programa y Proceso Constituyente de Podemos estuvo rodeado por la plancha de candidatos de Denok bat.

La cita venía precedida por la crítica de la candidatura Ekin Podemos -que parte en principio con menos opciones- a Monedero porque a su juicio este desea “influenciar” en el proceso de votaciones y porque perturba la campaña electoral al legitimar la apuesta de Uriarte por Denok bat.

Aunque el formato elegido para el acto de ayer era un debate entre los dos académicos sobre Vieja y nueva política en Europa, se impuso la relevancia política de los dos dirigentes de Podemos. Más aún teniendo en cuenta que Podemos se encuentra inmerso en pleno proceso de votaciones para elegir a sus candidatos a las Juntas Generales de los tres territorios, en el que concurren dos candidaturas enfrentadas además de una cuarentena de personas presentadas a título individual. El resultado de la votación, que se prolongará hasta el lunes, se hará público un día más tarde.

Pese a que al inicio del acto, la representante de la UPV/EHU advirtió que en el turno de preguntas no se mencionara al debate interno en Podemos, uno de los candidatos de la candidatura Ekin, Antonio Rodríguez, realizó una alusión apenas velada cuando mencionó el “reparto clientelar de la tertulia” y preguntó a Monedero si consideraba que “el partido ya no es una herramienta para escuchar y ser escuchado”, o que los procesos electorales internos “no deben dividir”. Estas palabras fueron acogidas con silbidos de buena parte del aforo -aunque hubo también algunos aplausos- y gritos de que no aquello no era un mitin. - R. Ugarriza