BILBAO - CDC y ERC suscribieron ayer un preacuerdo con los pasos a dar tras el 27-S en caso de tener mayoría absoluta. El pacto contempla que el Parlament realizaría una declaración solemne de inicio del proceso hacia la constitución del nuevo Estado o república catalana, para luego arrancar el proceso constituyente, el despliegue de mecanismos de transición nacional y estructuras de Estado y, por último, llegaría la “culminación democrática del proceso por parte del pueblo de Catalunya”. El consenso, al que se unieron EUiA, Reagrupament, MES (escisión del PSC) y las entidades sociales ANC, Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència, alude a considerar como plebiscitarios los comicios, aunque el documento no utiliza explícitamente esta palabra. No participaron en esta negociación ICV, la CUP, que quiere aprobar su propia hoja de ruta antes de acabar marzo, y Unió, que celebrará el 14 de junio una consulta a la militancia.
En este contexto, el impasse del proceso está provocando que el ímpetu soberanista se desinfle ligeramente. De hecho, según el último sondeo del CIS catalán, CiU y ERC necesitarían del fuerte ascenso de la CUP para alcanzar la mayoría absoluta. Convergentes y republicanos firmarían un empate técnico, aunque la formación de Artur Mas obtendría cierta ventaja con una horquilla de 31-32 escaños, por los 30-31 del partido de Oriol Junqueras, resultado que plasma la caída de quien ahora comanda el Govern -hasta 18 escaños-, y que se constata si nos atenemos a la intención directa de voto, sin cocina. ERC alcanzaría el 17,3% de respaldo por el 13,2% de la federación nacionalista. El escenario les obligaría a integrar a la Candidatura d’Unitat Popular de David Fernández, a la postre el político mejor valorado -un 5,88 de nota-, y que casi cuadruplicaría representación al pasar de 3 a 10-11 asientos. A las aspiraciones secesionistas les frena también el empuje de Podemos, que accedería vigorosa con 16-17 escaños, mismo baremo que se otorga a Ciutadans, que se haría con buena parte del sufragio que pierde el PP, que se precipita desde los 19 a los 13-14, y el PSC, que cede casi la mitad de su músculo al bajar hasta los 11-12 asientos. El asalto de la fuerza abanderada por Gemma Ubasart, afín al sector de Pablo Iglesias, propiciaría la debacle de ICV, atorado en los 6-8 escaños.
sube el ‘no’ a la secesión El frenazo que detecta la ciudadanía en el proceso lo ratifica, según el sondeo citado, el crecimiento unionista, ya que el no a la independencia se consolidaría con un 48% de partidarios -en el último estudio fue del 45,3%- por el 44,1% del sí a la secesión. Curiosamente, también crecen quienes piensan que Catalunya debería ser un Estado independiente, el 39,1% de los encuestados, tres puntos más que en el barómetro del pasado diciembre.
Por su parte, en unos comicios generales, Podemos tendría el mayor apoyo gracias al 21,2% de voto (11-12 escaños), superando a CiU (18,8%), aunque los convergentes contarían con un asiento más (12). ERC sacaría entre 8 y 9 diputados (15,1%), desplazando a PPC y PSC (5-6 uno y otro). Ciutadans llegaría a los 2-3, y la CUP e ICV rascarían uno. - Igor Santamaría