bilbao - Andoni Ortuzar ha regresado ya de su viaje a Estados Unidos y, aunque en un primer momento resultó un tanto accidentado por el cierre de edificios públicos tras las nevadas registradas en las últimas horas, finalmente el temporal dio una tregua y pudo reactivar su agenda, recuperando incluso encuentros cancelados. La visita ha servido al presidente del PNV para ser consciente de un dato un tanto inquietante para los jeltzales. Ortuzar aseguró ayer en el balance del viaje que sus interlocutores se interesaban fundamentalmente por grandes cuestiones como el conflicto en Ucrania, el rumbo económico de Grecia tras el ascenso de la izquierda de Syriza, la violencia yihadista del Estado Islámico, o cuánto hay de cierto en que España ha dejado atrás la crisis. Esa es la agenda internacional y es lo que interesa. Lo demás queda fuera de foco. ¿En qué posición queda Euskadi en ese esquema? Ortuzar reconoce que Euskadi ha dejado de ser noticia por el conflicto, lo cual le parece una excelente novedad porque ETA lastraba la imagen vasca y ocasionaba dolor, pero por otra parte esa situación de normalidad puede llevar a Euskadi a la irrelevancia. Por ello, pidió reforzar la proyección exterior.
Ortuzar ha predicado con el ejemplo y el que acaba de cerrar ha sido el sexto viaje al exterior desde que fuera nombrado presidente del EBB. El jeltzale, muy experimentado en esas lides porque ya trabajó en el departamento de acción exterior desde el Gobierno Vasco, tiene claro que debe potenciarse la imagen vasca y vender su calidad, porque todas las preguntas que le han formulado sobre Euskadi en Estados Unidos tienen un enfoque económico y tienen que ver con conocer por qué está soportando mejor la crisis que España.
“Euskadi ha dejado de ser noticia por el conflicto. Afortunadamente. Pero también ha dejado de estar en la agenda internacional. Y no sé si eso es bueno. No sé si nos lo podemos permitir como sociedad y como pueblo. Evidentemente, no tengo ninguna nostalgia de aquella época en la que nos teníamos que pasar todo el tiempo explicando la sinrazón de ETA, y que Euskadi era mucho más y, sobre todo, mejor que aquellas siglas que manchaban todo lo vasco. Pero esta nueva situación de normalidad, de vernos reducidos a lo que quizás en realidad somos -un pequeño país con una pequeña economía y un todavía más pequeño peso en ese concierto internacional dominado por nuevos y más alocados conflictos- puede llevarnos a ser transparentes, a ser irrelevantes. Es necesario que desarrollemos una estrategia global como país para estar en el mundo; para que, con modestia y humildad, se nos tome en consideración”, explicó.
Ortuzar apuesta por la estrategia Basque Country del Gobierno Vasco. Y cree que “cada vasco y vasca podemos y debemos ser unos paradiplomáticos de nuestro país”, “convertirnos cada uno de nosotros en una especie de embajador-comercial-periodista de Euskadi”. La acción exterior ha sido tradicionalmente un campo de confrontación de PP y PSE con los jeltzales, a los que acusaban de guiarse por sus obsesiones soberanistas, aunque el planteamiento de Ortuzar no tendría por qué desafinar a un socialismo que ya activó a los llamados embajadores del turismo vasco. Es más, el jeltzale recurrió a un enfoque muy económico. Pidió ofrecer calidad y algo verdaderamente singular para que sea elegido por los consumidores. Ortuzar se ha reunido con centros de pensamiento liderados por expertos que trabajaron con el expresidente Bill Clinton, y ha visitado medios de comunicación.