BILBAO/Madrid - “Que me dejen sacar al menos las colección de miniatura de mis Vespas”. Fue la reflexión que soltó Tomás Goméz, con evidente cara de póquer, cuando, en el transcurso de una intervención televisiva en los estudios de La Sexta, se enteraba de que Ferraz había ordenado cambiar la cerradura de la sede del Partido Socialista Madrileño (PSM), en Callao, y por extensión la de su despacho, además de mandar a un equipo de seguridad a las puertas del recinto. Por añadidura, hubo que dar vacaciones forzosas a quienes allí trabajan, en la planta cuarta del edificio del Palacio de la Prensa. Un episodio más dentro de la convulsión provocada por Pedro Sánchez al destituir al candidato a la Comunidad de Madrid, disolver la federación socialista, y crear una junta gestora encabezada por Rafael Simancas hasta que se concrete quién será el relevo del exalcalde de Parla, recayendo todas las papeletas en el exministro Ángel Gabilondo.

Entre tanto, el secretario general del PSOE evitó desde Bruselas pronunciarse sobre todo lo acontecido, fruto, según Sánchez, de que el PSM, bajo su nueva composición, “va a construir una alternativa ganadora” en las próximas elecciones de mayo “para poner fin a más de dos décadas gobernando la derecha”. “Me remito a lo que diga el presidente de la gestora y el secretario de organización del PSOE”, César Luena, respondió a las distintas preguntas de los periodistas durante su encuentro programado con líderes del Partido Socialista Europeo. Una finalidad que encontró de inmediato respuesta en Gómez, quien le inquirió sobre si dicha alternativa se basa en “destruir el trabajo de muchos años y mucha gente”. “El candidato soy yo”, insistió el exregidor, que ya ha recurrido su cese ante la comisión de garantías del PSOE, asegurando que Ferraz no ha aplicado bien el reglamento interno.

Gómez intuye un desastre Advirtió Gómez, que presentará su renuncia como portavoz de la Asamblea de Madrid, de que no consentirá “ni una sombra” sobre su “honorabilidad” y de que se querellará contra quien la “erosione”, sea Sánchez, Luena “o quien sea”. A su entender, el líder del PSOE ha cometido un error “grave e irreparable” que traerá, según sus vaticinios, “un desastre electoral” para los socialistas no solo en Madrid, sino en todo el Estado español, recordando que en mes y medio toca ir a las urnas en Andalucía, y que este cisma puede minar a Susana Díaz. “Sánchez será el único responsable de lo que pase”, justificó Gómez, que, eso sí, evitó criticar a Jaime Lissavetzky y a Simancas, quien defendió la legitimidad de la decisión tomada y a la nueva gestora, elegida “estatuaria y legítimamente” para tomar las riendas del PSM y que está “avalada” por las normas del partido. Ante la posibilidad de que Gómez se enroque y pretenda seguir al frente, le lanzó un primer aviso: “Solo hay una dirección y está aquí presente, con respeto al trabajo, a la trayectoria, a la historia y a la honestidad de todo el mundo”.

Queda por dilucidar si Gabilondo, de viaje en México, encabezará ahora la candidatura a la Comunidad de Madrid a condición, según la agencia Efe, de no tener que medirse con otros aspirantes en unas elecciones primarias. El proceso oficial partirá de la consulta a las agrupaciones y la gestora designará una nueva dirección la próxima semana.

Mientras tanto, después de que en las primeras horas de la tormenta política el PSE se refugiara en el silencio, la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, manifestó ayer su convicción de que Sánchez, a quien arropó ya en las primarias a secretario general, destituyó a Gómez “seguramente, por el bien del partido”, apostillando que es “competente” para adoptar este tipo de determinación. Además de echarle este capote a su líder, confirmó que éste se puso en contacto con ella para comunicarle las razones de su postura, adoptada “en un momento realmente complicado”. La dirigente del PSE eludió pronunciarse sobre “más cuestiones”, como la reacción del propio Gómez o el posible descontento de la militancia madrileña, que en la noche del miércoles llegó incluso a las manos en la sede de Ferraz. “Lo importante lo he respondido. En estas situaciones siempre hay unas personas en una parte y otras en otra”, zanjó Mendia.

De poco le va a servir a Gómez tener las llaves de la sede de la federación madrileña. Las puertas las tiene cerradas. Maru Menéndez, su mano derecha, también entregó su acta de diputada. “Los madrileños merecen una alternativa socialista fuerte, ganadora y con garantías, y para eso se ha elegido a esta gestora”, insistió Simancas, quien se escudó una vez más en el caso del tranvía de Parla, la operación Púnica y en la mala imagen para razonar el paso de Sánchez. No dudó tampoco en mencionar un sondeo de Metroscopia publicado ayer en el que, de repente, el PSM pasa de tercera a primera fuerza en una semana tras este revolcón.