PALMA DE MALLORCA. La pretensión del juez pasa por proseguir y concluir la instrucción del denominado caso Palma Arena, cuya complejidad derivó en la apertura de 27 piezas separadas, de las que 19 aún se encuentran en fase de instrucción. La decisión sobre su nombramiento corresponderá a la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), previa propuesta de la sala de gobierno del TSJIB.

Se trata de una posibilidad contemplada por la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), que establece en su artículo 200.4 que los miembros de la Carrera Judicial jubilados por edad que sean nombrados para continuar en su puesto tendrán la consideración y tratamiento de magistrados eméritos, una situación en la que podrán permanecer hasta los 75 años con el tratamiento retributivo de los magistrados suplentes.

Una vez designado como tal, Castro, quien desde hace más de cinco años se encarga de la instrucción del caso Palma Arena -en cuyo seno nació la causa que indaga la presunta trama de desvío de fondos públicos a través del Instituto Nóos y en la que se encuentran imputados la infanta Cristinta y su marido, Iñaki Urdangarin-, no estaría obligado a agotar el plazo hasta los 75 años, puesto que podrá retirarse antes en caso de que hubiese finalizado la instrucción de las pesquisas pendientes.

De este modo, Castro estaría adscrito como juez de refuerzo al Juzgado del que ahora es titular, una vez el CGPJ convoque y proponga el nombramiento del magistrado que ocupe su vacante por jubilación.

CAUSAS PENDIENTES

Tras más de cuatro años volcado en la instrucción del caso Nóos, se encuentran pendientes de finalizar 19 de la totalidad de piezas en que fue desgajado el caso Palma Arena, centrado en el supuesto desvío de más de cincuenta millones de euros públicos en forma de contratos y adjudicaciones ilícitas durante la construcción del velódromo palmesano (2005-2007), considerado la infraestructura estrella de la última legislatura de Jaume Matas.

Así, uno de los flecos que Castro pretende concluir es el caso Over, considerado la ramificación de la trama Gürtel en Baleares, que centra sus investigaciones en las adjudicaciones supuestamente irregulares con las que fue favorecida Over Marketing y en el hecho de que parte del dinero público que recibió la empresa habría acabado en manos del PP balear, por lo que se indaga si se produjo una financiación ilegal del partido.

EL JUEZ MÁS VETERANO EN UN JUZGADO DE INSTRUCCION DE BALEARES

Estricto e incisivo en sus interrogatorios, riguroso en sus resoluciones, tenaz en sus investigaciones y cercano en el trato, Castro tiene a sus espaldas interminables jornadas de declaraciones y registros. Y entre estos interrogatorios, el de la Infanta Cristina el 8 de febrero del pasado año, tras imputarla por segunda vez en el marco del caso Nóos.

Castro (Córdoba, 20 de diciembre de 1945), el juez que más tiempo lleva al frente de un Juzgado de Instrucción en Baleares y situado en el puesto 216 del escalafón de la carrera judicial por razones de antigüedad, también deja tras de sí las cerca de 23 horas que duró la primera comparecencia de Urdangarin, e interrogatorios hasta las cinco de la madrugada como los llevados a cabo a los exaltos cargos del PP detenidos en agosto de 2009, cuando estalló el caso Palma Arena.

Ante sí ha tenido en varias ocasiones al expresidente del Govern Jaume Matas -la primera vez durante una declaración que duró dos días-, a varios de sus exconsellers, al arquitecto Santiago Calatrava, a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, al asesor externo de la Casa Real y Conde de Fontao, José Manuel Romero, al secretario personal de las Infantas, Carlos García Revenga y, en dos ocasiones, a Iñaki Urdangarin.

Castro, quien recaló en Mallorca en 1985, ingresó, por oposición, en la carrera judicial en 1976. Sirvió en juzgados de Dos Hermanas o Lanzarote hasta que llegó a la isla con destino al Juzgado de lo Social número 2 de Palma. Fue en 1990 cuando le nombraron titular del Juzgado de Instrucción número 3, en el que permanece desde entonces.