Gasteiz - Con la polémica macroperación contra los abogados de la izquierda abertzale aún caliente, la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, acudió ayer a Vitoria para felicitarse por ella y defender de las críticas cosechadas a la Guardia Civil, a la que no dudó en señalar como “la principal garantía de la libertad en este país”.
De la mano de los principales integrantes del PP alavés, Sáenz de Santamaría se sirvió de la reciente operación Mate para recuperar el discurso del sufrimiento y agradecer a la Policía su servicio en esta lucha.
El PP viene siendo criticado desde las principales asociaciones de víctimas de ETA y por eso parece empeñado en demostrarles que no tienen por qué temer cambios en este ámbito. Así se leyó en el discurso de la presidenta de los populares vascos, Arantza Quiroga, que aprovechó la visita de su compañera para subrayar su postura desde la defensa cerrada del inmovilismo de Rajoy y la crítica a los pasos que le pide a éste el Gobierno Vasco. La sociedad no puede permitirse “el lujo de dar un paso atrás” cuando ETA está “agonizante”, dijo, para defender a continuación la actuación del Gobierno español a la hora de “hacer cumplir la ley” sin cambiar de paso hasta que ETA “desaparezca”, lo que contrapuso a un lehendakari al que acusó de estar pendiente de los presos y ajeno al dolor de las víctimas.
regusto electoral La cercanía de las elecciones municipales y forales se deja ya notar en todas apariciones políticas y la visita de la vicepresidenta española a Euskadi no fue una excepción. Hablado de la crisis económica, Sáenz de Santamaría no dudó en volver a tirar de la herencia de Zapatero para asegurar que cuando el PP llegó al Gobierno “España era un problema en Europa y ahora es un ejemplo”, a lo que añadió que su partido tiene el “destino” de sacar al país de las crisis en la que lo “coloca” el PSOE. Por último, definió al PP como un “antídoto frente a los populistas y a los pesimistas” y, un paso más allá, dejó en el aire una advertencia del tipo o yo, o el caos: los españoles tienen que conocer los “riesgos” que corren en función de quién les gobierne, porque unas políticas, dijo, “sacan de la crisis”, y otras “la agravan”.