pamplona - El expresidente del Gobierno de Navarra y de Caja Navarra (Can), Miguel Sanz, anunció ayer su decisión de no recurrir el último auto del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que pone en el punto de mira su actuación en la desaparecida entidad financiera. En este escrito, fechado el pasado día 22, el magistrado ordena a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía española que investigue el patrimonio de Sanz y del ex director general de Can Enrique Goñi, y pide a los peritos del Banco de España que se pronuncien sobre el nivel de solvencia de Banca Cívica y Can, así como sobre las operaciones relacionadas con miembros del consejo de la caja y de sus familias.
En una carta remitida a Diario de Noticias de Navarra, del Grupo Noticias al que pertenece DNA, Sanz explica que su decisión de no recurrir este auto obedece a que no tiene “nada que ocultar” en relación con su patrimonio y porque considera que de esta forma no se dilatará el procedimiento judicial abierto. “Lo mejor que puede ocurrir es que la conclusión sea rápida y dictamine que mi patrimonio lo he conseguido honradamente, con plena legalidad y absoluta transparencia”, dice Sanz, quien subraya que su patrimonio “es de sobra conocido, pues está identificado, declarado, registrado y localizado en Corella y Pamplona”. “Nada tengo fuera de Navarra”, continúa el exdirigente, que asegura que sus cuentas “están todas abiertas en sucursales de Navarra” y que nunca ha tenido ni tiene dinero “en Suiza, Andorra ni paraíso fiscal alguno”. Asimismo, recuerda que en los archivos del Gobierno de Navarra consta el patrimonio con el que accedió al cargo y con el que se marchó en 2011.
razones para recurrir Sanz añade que “algunos juristas consideran que existen razones jurídicas de relevancia” para recurrir el auto puesto que, a su juicio, se invierte la carga de la prueba “pasando esta del denunciante al denunciado”. El exmandatario alude a que los inspectores del Banco de España, en su primer informe, dictaminaron que “todas las actuaciones han sido correctas”, de ahí que se extrañe de la investigación iniciada nada más recibir el segundo informe.
“Sin indicio alguno, somos los denunciados por Kontuz quienes tenemos que justificar que nuestro patrimonio es legal, declarado y en ningún caso conseguido a través de operaciones opacas o ilícitas”, se lamenta Sanz, que pone en valor que nunca tuvo “necesidad de modificar ni complementar” su Declaración de Bienes “como sí lo han hecho otras personas que ahora se sitúan al lado de los denunciantes”.
También se queja de que “sin indicio alguno se está generando un daño reputacional y personal irreversible, que incluso puede afectar al derecho fundamental a la intimidad”. Dicho esto, insiste en que no recurrirá el auto porque “de hacerlo parecería como si tuviésemos miedo de algo que Kontuz, un colectivo proveniente de la izquierda radical abertzale, nos acusa”. Sanz, no obstante, se reserva para más adelante la posibilidad de iniciar acciones legales contra los denunciantes. “La verdad se impondrá y será el momento de actuar judicialmente contra todos aquellos que amparados en la falsedad y en un clima social de repulsa hacia los casos de corrupción conocidos, no dudan en difamar a personas e instituciones con el único objetivo de conseguir réditos políticos”. Además, reivindica la limpieza de sus actuaciones. “En el desempeño de mis responsabilidades, jamás me ha guiado el nepotismo (ningún pariente colocado), ni el favoritismo (ningún préstamo preferente). Ni mi familia ni yo pedimos tan siquiera los préstamos hipotecarios para la compra de nuestras viviendas en Can”.
la defensa de goñi Enrique Goñi, por su parte, negó “rotundamente” haberse beneficiado “directa o indirectamente”, ni él ni ninguna persona vinculada, de ninguna de las inversiones llevadas a cabo. Goñi aseguró que su “única retribución” ha sido la reflejada en sus nóminas. Al respecto, aclaró que ha puesto a disposición de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía y del juzgado sus declaraciones fiscales y sus cuentas.