Bilbao - La izquierda abertzale ha visto hasta la fecha a Podemos como un potencial aliado para articular mayorías progresistas y gobernar en las instituciones, a la vista de los 50.000 votos que recabó en la CAV el equipo de Pablo Iglesias en las elecciones europeas de mayo. Pero el crecimiento de Podemos podría ser un arma de doble filo y arañar apoyos a EH Bildu. El último Navarrómetro, sin ir más lejos, auguraba la victoria de la formación progresista en una Comunidad Foral donde era la coalición abertzale quien esperaba haber dado la campanada, aunque desde algunos ámbitos se matizó que el resultado del sondeo parecía un tanto inflado y que podría haber estado muy condicionado por los presuntos escándalos de UPN y Caja Navarra.

Aun así, la última encuesta del Gobierno Vasco preveía que Podemos obtendrá cinco escaños en cada una de las Juntas Generales, resultado tampoco menor. En ese contexto, la izquierda abertzale no desdeñó ayer el acuerdo con Podemos y siguió viendo grandes similitudes en materia social y económica, pero comenzó a distanciarse y a marcar perfil en materia soberanista, una maniobra que podría ayudarle a no perder votos entre el electorado que puedan compartir, máxime cuando Podemos ha apoyado el derecho a decidir. En ese sentido, el diputado de Amaiur, Iker Urbina, prefirió resaltar la segunda parte del mensaje de Podemos, la idea de que prefiere que España siga unida aunque defienda el derecho a decidir, para asegurar que “su óptica sobre Euskadi y Catalunya es la de Madrid”.

En una entrevista con Onda Vasca, Urbina aseguró que su coalición coincide con Podemos “en ciertos planteamientos, sobre todo económicos”, pero “se percibe, de sus declaraciones y sobre todo en los últimos tiempos, que la óptica con la que ven tanto Euskal Herria como Catalunya es la de Madrid”. “En ese sentido, no difiere mucho de lo que puede ser la óptica que tienen el PSOE e IU u otros partidos de carácter estatal. Creemos que eso está quedando en evidencia y nos distancia en ese sentido”, agregó. Por ello, se afanó en matizar que “Podemos y Amaiur son proyectos diferentes ” en ese punto. La irrupción de las filas de Pablo Iglesias en suelo vasco podría restar apoyos a EH Bildu, aunque de momento mantiene casi intacta su fuerza según los sondeos. En cualquier caso, la izquierda abertzale lleva varios meses protagonizando protestas contra la corrupción o a favor de la renta de garantía de ingresos en Araba, un territorio donde lleva la última legislatura exprimiendo más su mensaje social; y en Nafarroa también ha participado en debates más propios de la izquierda estatal como la elección entre monarquía y república. En la negociación de los Presupuestos de la CAV, se ha centrado en criticar los recortes. En Catalunya, ERC ha rechazado una lista conjunta con Artur Mas por temor a que Podemos les reste apoyos y a identificarse con los presuntos casos de corrupción de excargos de CiU.

Más allá de eventuales estrategias electorales, lo cierto es que se han enfriado las expectativas sobre Podemos en materia soberanista. La formación ha apoyado el derecho a decidir, pero se opone a la independencia y defiende la consulta también para cuestiones sociales, lo que atempera su preocupación por el modelo territorial. En algunos ámbitos se teme que no sea su prioridad y que prefiera los debates sociales. Juan Carlos Monedero visitó anteayer Donostia y no aprovechó para extenderse sobre el modelo territorial, que en otras ocasiones ha tildado de “minucia nacionalista”. Otros ven indefinición en Podemos para no decepcionar a ningún elector y ganar las generales.

En ese contexto, el portavoz del Govern, Francesc Homs, aseguró ayer que alberga “nulas expectativas” en que Podemos avale algún día el derecho a decidir catalán si Iglesias llega a Moncloa. Consideró impropio que “no reconozca” a CiU como interlocutor válido.