GASTEIZ- ¿Cuál es su diagnóstico de la situación económica en este momento y de su evolución?

-Un crecimiento económico sostenible depende en Euskadi de las empresas, de la industria, de los autónomos y de la actividad productiva, sin olvidar nuestra dependencia de los mercados europeos como Alemania y Francia y de su evolución. Tengo la esperanza de que 2015 sea un año de creación de empleo neto, pero también digo claramente que el empleo no se genera por un decreto del Gobierno.

¿Qué margen tiene el Gobierno vasco para influir en la actividad económica?

-Al Gobierno nos corresponde sentar las bases y ayudar con iniciativas que las empresas vean atractivas. Una de las primeras fue conceder ayudas para la financiación del circulante de las pymes y autónomos, junto con el plan de choque por el empleo. El espíritu que anida en el plan de reactivación económica 2014-2016, firmado con el PNV y el PSE, es el empleo y, dentro de ello, como prioridad el empleo juvenil y los parados mayores de 45 años, con planes de emprendizaje y cualificación en el ámbito de la formación profesional.

Pongámonos en el lugar de un joven sin empleo o de un desempleado de más de 45 años ¿Qué debería hacer?

-Están haciendo todo lo que pueden y más para actualizar su preparación y buscar oportunidades. Hay una situación difícil de gestionar con estos colectivos. En este ámbito juegan un papel importante la formación y el compromiso de las empresas por la formación continua, y que podamos utilizar Lanbide para la orientación profesional de estas personas. Para jóvenes también tenemos programas como Junior Cooperativas, o programas de global training para quienes hayan finalizado sus estudios universitarios o profesionales. Desde el Gobierno vasco hemos impulsado también el programa Lehen Aukera (primera oportunidad) para que las empresas contraten por un tiempo determinado, y querría que las empresas entendieran este programa como un programa más atractivo que los programas de becas que hubo en el pasado. Lo importante es que a los jóvenes se les dé la oportunidad de entrar en el mundo del trabajo con contratos suficientemente cualificados.

DIÁLOGO SOCIAL

¿Qué podemos esperar de la mesa de diálogo que comenzó el jueves entre Gobierno, empresarios y sindicatos?

-Es importante mostrar la voluntad de sentarse en una mesa para dialogar e intentar compartir un diagnóstico de la situación, fijar los objetivos conjuntos que deberíamos tener y ver las condiciones de trabajo del conjunto de los trabajadores en Euskadi. Espero que podamos avanzar. Es una mesa de diálogo que no se ha reunido desde hace 16 años, con la magnitud y participación actual, a pesar de la ausencia de ELA y LAB.

¿Le molesta dicha ausencia?

-Me molesta como ciudadano. Como lehendakari no, porque soy conocedor de la crítica de ELA y LAB. Me llama la atención que un sindicato como ELA sea capaz de sentarse en la mesa general de la función pública estatal, liderada por el ministro de Hacienda, que es quien ha procedido a los recortes, y no se siente en las mesas de diálogo nuestras.

¿Cómo interpreta la beligerancia de ELA con respecto a su Gobierno y su partido?

Más allá de la defensa de los trabajadores, los sindicatos, sobre todo los que no se sientan, deberían manifestar a la sociedad cuál es su compromiso con quienes no tienen trabajo, para superar esta situación de manera compartida con los empresarios. Detrás se esconde una estrategia política. Hay una ideología

¿Qué busca?

No sé lo que busca. Atiende a determinados discursos y parece que lo que se busca es un modelo institucional y social diferente al que vivimos en la Unión Europea.

Mariano RAJOY

Nos estamos acercando al final de diciembre y se cumple el plazo que le puso a Rajoy para llegar a una serie de acuerdos. ¿Tiene esperanza de poder lograr algo?

-La realidad me va demostrando que no. Fíjese que tenemos cien casos de conflicto constitucional con el Gobierno español. Desde la última conversación que tuve con él, el 15 de septiembre, no he obtenido ninguna respuesta y existen también otros temas planteados antes sin respuesta. Me preocupa.

¿Qué pasa después del plazo?

-Hay quien ha dicho que da por amortizada la legislatura del PP con mayoría absoluta. A mí me corresponde mantener la relación institucional. Seguiremos recurriendo a las estructuras del Estado, al Constitucional, a la denuncia política, a la mediática y seguirá creciendo la falta de confianza en un partido que no ha dado respuesta a los planteamientos que de forma educada y moderada he planteado más allá de mi propia ideología. He defendido el cumplimiento del Estatuto, incluso limitándome a determinadas materias y no a su conjunto; también el acuerdo sobre el Cupo pendiente de liquidación desde 2008; la apertura de Foronda 24 horas; el Fondo de Garantía Salarial; el compromiso con la Y; una diferente política penitenciaria... Esas son las cuestiones a las que no está dando respuesta.

Habida cuenta de que él dispone de una posición dominante, ¿qué margen de actuación le queda al lehendakari?

-Primero hacer consciente a la sociedad vasca de que esta es la realidad. A la vez voy conformando una opinión en cuanto a la confianza en un gobierno vigente o próximo del PP y pienso en el desarrollo de la Ponencia de Autogobierno. También haré ver a otros agentes como el cuerpo diplomático, representantes económicos, empresariales y sociales que la realidad vasca está caracterizada de esta manera con respecto al Estado

¿Cómo se explica usted la actitud de Rajoy? ¿A qué se debe?

-Ha querido fiarlo todo a la reactivación económica y vive en una pretensión de hacer ver que España va mejor que otros países y que eso le reportará algún crédito. Eso mismo me preocupa. Somos conscientes de cuál es la realidad que viven las empresas con respecto al mercado europeo, y miro al Estado y me preocupa que se estén lanzado campanas al vuelo con políticas cortoplacistas y con el riesgo de que dentro de dos años volvamos a vivir una situación de crisis económica en el Estado. Parece que, a la vista de todos los problemas que afectan al PP, antes y ahora, el presidente Rajoy esté viviendo este tramo de la legislatura queriendo disfrutar de la mayoría absoluta que tiene el PP, a la espera de lo que deparen las próximas elecciones generales.

CATALUNYA

Sin pretender mezclar las cosas, le quiero preguntar sobre Catalunya. ¿Percibe usted en la sociedad vasca un deseo de recorrer un camino parecido al de Catalunya?

-Debemos ser didácticos. En Euskadi en la década del 2000 hicimos un camino, con un Nuevo Estatuto que no fue admitido a trámite, una Ley de Consultas que fue rechazada por el Constitucional, y lo que hasta ahora se ha podido hacer institucionalmente lo hemos hecho. Socialmente también debemos ser didácticos. Tenemos retos prioritarios como sociedad como la recuperación económica y la construcción de una convivencia social y política normalizada, y tenemos el debate entre partidos en la Ponencia de Autogobierno. Tenemos un sistema de autogobierno que nos diferencia de otras realidades, y hay un elemento fundamental, que es el Concierto Económico, que debemos preservar de las amenazas. La sociedad entiende que hay algo que debemos preservar, aunque una mayoría aspire a más autogobierno, y que debemos hacerlo lo más unidos posible.

¿Estaría en lo cierto si afirmara que usted muestra cierta frialdad o distancia con respecto a lo que pasa en Catalunya?

-No es frialdad, pero soy muy consciente de que, si no aplaudo con las orejas lo que está pasando allí, parece que soy tibio, frío o muestro recelo. Tengo una relación política y personal antigua con el presidente Mas y hemos hablado de cuáles son las realidades que se viven en Catalunya, y lo que hoy está sucediendo era uno de los escenarios previsibles ante la cerrazón del Gobierno español. Pero no me muestro frío. Soy el responsable del liderazgo del Gobierno vasco para Euskadi y ante eso tengo que decir con criterio racional que puede haber otras referencias en otros entornos, pero seamos conscientes de cuál es nuestra realidad y trabajemos en base a ese principio de realismo que nos ha caracterizado. A partir de ahí si realmente en lo que suceda a Catalunya se ve afectado un modelo de Estado me pregunto ¿cuál es el problema, cuál es el diagnóstico, podemos hacer algún planteamiento, incluso de manera conjunta, para un modelo de Estado diferente al actual?

El Constitucional suspendió la celebración de la consulta y el presidente Mas asumió la responsabilidad de lo que sucedió el 9-N. ¿Haría usted lo mismo?

Llegado, el caso y si estuviera en las mismas circunstancia, sí, desde luego. Pero es una hipótesis. Y no deberíamos traspasar esa barrera poniéndonos en la misma situación. Prefiero trabajar con realismo nuestra propia circunstancia. Estamos demostrando que tenemos un modelo de trabajo: diálogo, negociación acuerdo y ratificación. Y esto es lo que se ha llevado a cabo en Escocia, ante una pretensión del Gobierno escocés al británico. Ojalá del Parlamento Vasco y de su Ponencia de Autogobierno se concluyera un acuerdo entre formaciones nacionalistas y no nacionalistas.- Bingen Zupiria