Bilbao - La Ponencia de Paz, el foro parlamentario diseñado para que los partidos debatan sobre convivencia, dejó de estar operativa en septiembre del pasado año. El PSE la abandonó al entender que la izquierda abertzale no había asumido el suelo ético pactado en la anterior legislatura, que entre otras cuestiones aboga por la memoria como instrumento para deslegitimar el terrorismo. EH Bildu matizó que sí asumía esos mínimos como documento de trabajo, aunque aspiraba a cambiarlos y a sustituir la alusión al terrorismo por el término “violencias” para que abarcara más vulneraciones, pero el PSE consideró que solo buscaba diluir sus responsabilidades y no reconocer expresamente la injusticia de la violencia de ETA. La discusión sigue vigente, y PNV y EH Bildu son los únicos que continúan en la Ponencia, que formalmente está activa pero en realidad no registra ninguna actividad a la espera de mayores adhesiones. El PP no llegó a sumarse esta legislatura. En ese contexto, EH Bildu anunció en septiembre su intención de redactar un documento que reactivara el foro. Va a realizar un esfuerzo y está por la labor de redactar un nuevo suelo que, además, incluirá términos no habituales en el vocabulario de la izquierda abertzale.

El presidente de Sortu, Hasier Arraiz, explicó ayer en una entrevista en Euskadi Irratia que su partido está dispuesto a avanzar y que el modo más “generoso” de hacerlo pasa por utilizar una terminología que no es la suya. La discusión sobre el suelo ético estuvo presente en los encuentros que mantuvo el PNV con Sortu a partir del verano, aunque en las últimas semanas la discreción ha sido máxima y comienza a prender la expectativa de que habrá novedades en las próximas jornadas. Se desconoce si EH Bildu presentará la propuesta en la Cámara vasca o si optará por otras vías aunque, por lo pronto, fuentes parlamentarias de la coalición aseguran a este diario que esta semana no está prevista ninguna comparecencia de en ese sentido en el Legislativo y tampoco manejan plazos concretos. Al parecer, la propuesta se está cocinando desde el partido al más alto nivel, sobre todo en el marco de las relaciones con el PNV.

En cualquier caso, a quien tendrá que convencer la izquierda abertzale es al PSE. El PNV no pone condiciones para sentarse a hablar en la Ponencia y, de hecho, ha sido muy crítico con el PSE por pretender que el acuerdo sea el punto de partida en lugar de que surja con naturalidad al final de los trabajos del foro parlamentario. En cualquier caso, los jeltzales sí han deseado que la izquierda abertzale sea lo suficientemente explícita como para que el socialismo se reenganche a los trabajos. Fuentes parlamentarias del PSE aseguran a este periódico que “no hay negociaciones” con Sortu, que sus exigencias siguen siendo claras y que no entrarán a valorar la propuesta hasta que sea oficial y se ponga por escrito. “Cuando lo presenten, lo valoraremos”, apostillan.

“generosidad” Arraiz, por su parte, apostó ayer por reactivar la Ponencia de Paz. “La actual situación es que en el Parlamento no se puede hacer nada y que está todo bloqueado porque algunos no se quieren sentar en torno a una mesa. Nosotros no estamos dispuestos a aceptar esa parálisis, y queremos movimiento, dinamismo, y estamos dispuestos a avanzar. Vamos a expresar nuestra voluntad política, y el modo más generoso de hacerlo es utilizar también una terminología que no es la nuestra. Vamos a plantear un nuevo texto en el que vamos a incluir una terminología que no es la nuestra”, explicó.