gasteiz - Por primera vez desde 2010, el Gobierno Vasco prescindió ayer de su propio acto en la celebración del Día de la Memoria con el objetivo de reflejar una imagen unitaria de las fuerzas políticas que, no obstante, la ausencia de PP y UPyD del homenaje tributado en el Parlamento Vasco ensombreció.

La incorporación de las víctimas de abusos policiales en la convocatoria de la Cámara vasca volvió a alejar por segundo año consecutivo a ambas bancadas de este acto, al igual que en sus primeras ediciones la ausencia de estos mismos damnificados por la violencia en el recuerdo institucional motivó que las fuerzas coaligadas hoy en EH Bildu no se sumaran al mismo.

El resultado es que una única fotografía sigue siendo insuficiente para observar cómo todas las fuerzas con representación en el Legislativo autonómico recuerdan y honran la memoria de las víctimas. En la captada en el Parlamento Vasco, el lehendakari, Iñigo Urkullu, y su gabinete al completo acudieron a la cita acompañados por los miembros de la Secretaría de Paz y Convivencia para sumarse a la representación parlamentaria.

La colocación de un ramo de rosas blancas bajo un pebetero por parte de la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejeria, dio paso a los solemnes compases del Agur Jaunak y a dos minutos de silencio con los que se completó esta sobria celebración en el acceso principal de la Cámara autonómica. Junto a los aforados de PNV, EH Bildu y PSE acudió a este emplazamiento una nutrida representación de concejales del Ayuntamiento de Vitoria y junteros del Parlamento territorial alavés. Esta última institución sí ofreció una imagen unitaria en la que todos los partidos se sumaron a la ofrenda floral ante la composición escultórica que preside la imagen del ex diputado general de Álava asesinado por ETA, Fernando Buesa.

Este oasis de concordia en medio del desierto de las desavenencias dejó paso al acto que los respectivos gobiernos del Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación Foral de Álava convocaron de forma unilateral en el barrio de Lakua. Allí rindieron su particular homenaje sobre la escultura en recuerdo a las víctimas del terrorismo; el mismo escenario donde UPyD, tan solo unos minutos antes, había completado su celebración unilateral.

La de ayer fue la quinta edición del Día de la Memoria desde que las instituciones vascas eligieran esta fecha por tratarse de una jornada en la que ETA nunca había cometido un atentado mortal. Desde su puesta en marcha, el Gobierno Vasco, entonces encabezado por Patxi López, celebró un acto propio en recuerdo de las víctimas. Tras las elecciones de 2012, el equipo liderado por el lehendakari, Iñigo Urkullu, tomó las riendas del Ejecutivo de Gasteiz y en primera instancia decidió seguir con esta iniciativa. Finalmente, vistas las discrepancias entre partidos este año optó por anular esta convocatoria y sumarse a la del Parlamento Vasco. No obstante, la división sigue intacta.