Tras varios contactos con el Gobierno Vasco y el PNV para allanar el acuerdo presupuestario, la líder del PSE, Idoia Mendia, puso precio a su apoyo el fin de semana. Mendia aclaró que, si los jeltzales quieren que el socialismo empiece a considerar su apoyo a las Cuentas de Iñigo Urkullu, deberían destinar como mínimo 150 millones del incremento de la recaudación fiscal a mejorar las partidas centradas en el empleo y la protección social. Según ha podido saber este diario, el PSE y el equipo del consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, han redoblado contactos en las últimas horas, y ayer mismo volvieron a reunirse para seguir acercando posturas, en puertas de que Lakua apruebe hoy mismo su proyecto presupuestario en Consejo de Gobierno. Desde determinados ámbitos precisan que las negociaciones se encuentran en una fase bastante avanzada y que el acuerdo presupuestario está cada vez más cerca. No obstante, ninguna de las dos partes quiere darlo por hecho y la discreción es máxima ya que, como en toda negociación política, cualquier paso en falso puede arruinar los avances. También hay que tener en cuenta que, cuanto más se alarguen las negociaciones, mayor perfil podrá marcar el PSE, que difícilmente concederá su apoyo y zanjará la negociación a las primeras de cambio. Las fuentes consultadas precisan que, en el supuesto de que ambas partes hayan conectado y llegado a un acuerdo de mínimos sobre los 150 millones, podría no trascender hoy porque quizás no se haya bajado al detalle y el compromiso puede haber sido verbal. Además, la reunión de ayer no fue la definitiva, y las fuentes consultadas apuntan a que las negociaciones podrían extenderse bastante, durante todo el mes de noviembre, aunque no se ocultan los avances.

En concreto, se barajan dos escenarios: que efectivamente el destino de esos millones se refleje ya en el proyecto que presentará hoy el Gobierno, o bien que Lakua haya ofrecido al PSE su compromiso verbal y que ambas partes bajen al detalle de las partidas más adelante y con mayor calma, cuando se abra el plazo de enmiendas. Esa segunda opción permitiría negociar con mayor sosiego, y el Ejecutivo podría decantarse por ella ante las “dificultades técnicas” que podría comportar modificar en tan solo unas horas todo un proyecto presupuestario para redistribuir 150 millones entre las distintas partidas, y para llegar a tiempo a la presentación de hoy. De todos modos, el compromiso verbal allanaría considerablemente la negociación, ya que el acuerdo sobre esos millones ha sido exigido por el PSE como precondición para hablar de las Cuentas.

También podría no haber acuerdo, pero nadie alude en serio a esa posibilidad. El Gobierno exprimirá las opciones de entendimiento con la oposición, y ayer mismo avanzó a este periódico que el proyecto que presentará hoy “está redactado con la aspiración de contar con el máximo apoyo posible”. En todos los ámbitos se esperan importantes guiños al PSE.

Además, salvo que Gatzagaetxebarria o el portavoz de Lakua, Josu Erkoreka, aclaren a los medios de comunicación si ha habido acuerdo sobre los 150 millones, ese dato será complicado de inferir de un vistazo, ya que hoy solo se presentarán las “líneas generales”. En cualquier caso, desde el Gobierno precisan que “las tres cuartas partes del Presupuesto van a ser gasto social”, lo que podría atraer al PSE. Fuentes socialistas, por su parte, no aclararon ayer si el proyecto incluirá los 150 millones, pero no se mostraron pesimistas. “Entendemos que puede ser así. El planteamiento que hemos hecho nos parece ajustado a las necesidades de la sociedad vasca, y por ello entendemos que será posible asumirlo. Hemos sido claros en las negociaciones, y el PNV y el Gobierno Vasco conocen nuestra posición. No hemos hecho reivindicaciones desorbitadas, y creemos que el PNV puede ser sensible a la protección social y que nuestras propuestas no se sitúan fuera de los planteamientos presupuestarios”, explicaron.

El proyecto se aprobará hoy en un Consejo de Gobierno un tanto atípico, ya que se celebrará por videoconferencia con México, donde se encuentran el lehendakari y la consejera Arantza Tapia. Para sortear el contratiempo de la diferencia horaria, la reunión se retrasará hasta las 13.30 horas, y la rueda de prensa de Erkoreka y Gatzagaetxebarria arrancará a las 16.30. A pesar del hito de hoy, fuentes de Lakua precisan que las conversaciones se extenderán “durante bastante tiempo”. Será pasado mañana cuando el Gobierno entregue las Cuentas a la presidenta del Parlamento, y a partir del 10 de noviembre arrancarán las comparecencias en la comisión de Hacienda para que cada consejero detalle las partidas e inversiones de su departamento. Las intervenciones arrancarán con Gatzagaetxebarria.

Durante el homenaje al histórico socialista Ramón Rubial, Mendia volvió a recordar ayer que el PSE “va a ser muy exigente” para que los Presupuestos se destinen a incentivar el empleo, promover la innovación e internacionalización, garantizar la protección social, apoyar a la familia y la conciliación, modernizar los servicios públicos y reforzar la solidaridad. “Con el incremento de la recaudación obtenido este año, consideramos que, como mínimo, 150 millones se pueden destinar a mejorar esas partidas. Y el lehendakari sabe que, si quiere empezar a hablar con los socialistas, es una condición indispensable que estas partidas se vean reflejadas en el proyecto que conoceremos mañana [por hoy]. Es el día para saber si podemos empezar o no a hablar. Que no fíen su carta a la responsabilidad institucional de los socialistas. Nuestro compromiso es con la gente. No con el Gobierno”, avisó.

Si el PSE votara a favor, brindaría al Gobierno una mayoría muy holgada para aprobar su proyecto. También podría abstenerse para marcar mayor perfil, pero esa opción no sería suficiente si EH Bildu y PP votaran en contra, ya que tendrían más votos que el PNV. El Ejecutivo también explorará acuerdos con el resto de la oposición, y solo ha dispensado un trato preferente al PSE porque fue con él con quien rubricó un acuerdo con compromisos plurianuales que abarcan hasta 2016. No desdeñará el acercamiento de EH Bildu, ni marginará al PP, que ya facilitó la aprobación de las Cuentas de este año con su abstención. Por otro lado, a pesar del aumento de la recaudación, la capacidad de gasto se achicará por otro extremo de la cuerda: el límite de déficit pasará del 1% de este año al 0,7% en 2015, y el próximo año deberán destinarse mil millones al pago de la deuda contraída por el anterior Gobierno.