gasteiz - El Gobierno español considera que mientras ETA no se disuelva sigue viva, pero al mismo tiempo estima que el cese de la actividad armada resulta irreversible. Dos valoraciones que confluyen en una misma pregunta: ¿cuál es el papel presente y futuro de la organización terrorista? La respuesta del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, a esta cuestión deja patente que el temor de Moncloa es que la banda armada pretende perpetuarse a partir de ahora como actor político, una opción a la que el dirigente popular cerró ayer todas las puertas.
Fernández Díaz buscó con esmero fecha y lugar para lanzar su aviso a navegantes. Lo hizo tres años después de que ETA anunciara el cese de su actividad y eligió para ello su visita a Euskadi, un viaje que le llevó hasta el Ayuntamiento de Gasteiz con el objeto de firmar junto al alcalde de la capital alavesa el protocolo de actuación que se desarrollará para abrir las puertas el próximo año del Centro Memorial del Víctimas del Terrorismo.
Este compromiso suscrito en la legislación estatal supone el respeto a la memoria de los damnificados por la violencia de ETA y un intento por salvaguardar su dignidad y hacer justicia a través de la “verdad histórica” que albergarán sus paredes, según expuso el ministro.
Bajo esta premisa, la comisión de 14 expertos creada por el Gobierno español a principios de mes prepara ya un dictamen que entrará en el detalle de las funciones del Centro Memorial. Este informe se desarrollará de forma paralela al protocolo que firmaron ayer el Ministerio del Interior y el Ayuntamiento de Vitoria a través de sus máximos representantes, una foto en la que faltaba el Gobierno Vasco, la tercera pata que participó junto al Ejecutivo de Madrid en el acuerdo que ha permitido, finalmente, iniciar este proyecto.
Ante esta ausencia, Fernández Díaz recordó que hace dos años, con el PSE al frente del Gobierno Vasco, él mismo mantuvo un encuentro con el entonces consejero de Interior, Rodolfo Ares, para poner en común las líneas generales de este proyecto que desde su germinación reservó el principal protagonismo para el Ejecutivo central.
De igual modo, el ministro destacó que desde el Gobierno de España se trasladó al Gabinete Urkullu la posibilidad de “sugerir” nombres de integrantes de la comisión de expertos encargada de fijar los pilares del trabajo del Centro Memorial, un ofrecimiento que fue aceptado desde Lehendakaritza y que se tradujo en la incorporación a este foro del sociólogo Javier Elzo y del catedrático de Derecho Penal y presidente del Consejo Vasco de Participación de Víctimas del Terrorismo, José Luis de la Cuesta.
partidismos En su afán por restar hierro a la ausencia de representantes del Gobierno Vasco, el dirigente del PP insistió en el carácter “local” de la firma del protocolo llevada a cabo en el Consistorio gasteiztarra, del mismo modo que defendió la necesidad de que las instituciones “caminemos juntas” en el camino que se abre en favor de las víctimas para que nadie vea en actos como el de ayer fines “partidistas”.
Lo cierto es que, además de la lógica presencia del delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo, en el acto consistorial también estuvo presente el diputado general del Álava, Javier de Andrés, al igual que en la posterior visita al antiguo edificio del Banco de España, propiedad del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que hará las veces de sede del Centro Memorial. La Diputación Foral de Álava no jugará, a priori, ningún papel determinante en la iniciativa que liderará el Gobierno de España.