madrid - La asamblea ciudadana que Podemos celebra este fin de semana para debatir sobre el modelo de organización del partido se prevé intensa. Y es que la propuesta oficial de Pablo Iglesias y su equipo, que contempla un solo secretario general respaldado por un consejo de coordinación, se enfrentará a la del eurodiputado Pablo Echenique, que aboga por instaurar una dirección colegiada y tres portavoces.
Se celebra en Madrid una asamblea ciudadana abierta dentro del proceso de constitución de Podemos como partido político. ¿Con qué expectativas la afrontan?
-Para nosotros supone mucho porque en realidad Podemos nació siendo una candidatura popular y ciudadana que luego fue acogida con mucho calor por mucha gente que venía de lugares políticos muy diferentes. Era, por tanto, una candidatura, mucho calor y mucha creatividad popular puestos al servicio del trabajo para las elecciones europeas, pero ahora lo que toca es construir una fuerza política con todo ese caudal de esperanza y de expectativa que esté a la altura de los retos del que seguramente será el año más decisivo de las últimas décadas para la historia de España.
¿Cuántos modelos de organización se someterán a debate?
-Hay círculos o grupos de ciudadanos que han presentado documentos solo para algunos de los principios de discusión, ya sea el organizativo, el político o el ético, y luego hay unas nueve propuestas diferentes de documentos, digamos, en bloque: documentos completos que propugnan una propuesta organizativa, ética y política.
Una de esas propuestas es la de la actual dirección de Podemos encabezada por Pablo Iglesias, de la que usted forma parte.
-El documento que yo represento ha llegado a la asamblea después de haber consensuado e integrado propuestas de otros 38 documentos de círculos diferentes, sectoriales y territoriales. Este proceso es un ejemplo de transparencia porque hemos decidido que los debates y las diferencias las vamos a discutir en abierto, no son cosas que haya que esconder como si la ciudadanía fuera menor de edad. Somos compañeros y tenemos discrepancias, es normal y enriquece ese debate.
Sin embargo, el foco se ha situado sobre dos propuestas enfrentadas: la de Iglesias y la que integra a tres de los cinco eurodiputados, incluyendo a Pablo Echenique.
-En algunos casos por interés mediático porque la idea vende más, y en otros por una cierta voluntad de ver el proceso interno como de división en vez de como de debate, se ha representado que solo había dos o tres documentos. Pero en la práctica nos enfrentamos a un ejercicio de creatividad política muy elevado, porque tenemos a muchos ciudadanos que están presentando los documentos que creen que son más adecuados. Y todos los que llegan al final del proceso es como resultado de negociaciones y deliberaciones con muchos otros.
Esta diversidad de opciones en el seno de la formación, ¿dificulta en realidad el debate?
-Hemos dicho que el hecho de que hubiera diferentes opciones no solo no es malo, sino que es positivo. La democracia no es que estuviéramos todos de acuerdo en todo, sino que hubiera posibilidad de elegir entre opciones diferentes. Y que no solo quienes participan en los círculos, sino el conjunto de la ciudadanía que se ha podido inscribir para participar en el proceso, estamos hablando de 130.000 personas, puedan escoger cuál es el proyecto más útil para salir de una situación dramática para nuestro país. Para que la gente pueda elegir tiene que haber opciones diferentes.
¿Es posible alcanzar una solución de consenso entre los modelos de Iglesias y Echenique?
-No queremos hacer un collage de opciones muy diferentes de tal manera que discutamos a puerta cerrada y luego salgamos a la luz pública para decir que todo está bien y que estamos de acuerdo en todo. Nos parece que es una forma de política vieja y acartonada. Somos compañeros, tenemos diferencias de enfoque, que nos parece bien tenerlas, y presentamos las diferentes propuestas para que sea la gente la que decida. Hay cosas de las otras propuestas con las que estoy de acuerdo y otras con las que no. Es la gente la que tiene que decidir qué modelo está más a la altura y no hay que tenerle miedo a eso. Creo que es mejor, nos ayuda a dilucidar cuáles son las mejores opciones y las que al conjunto de la gente que se siente representada por Podemos le parecen más útiles.
De resultar vencedor el modelo de organización alternativo, ¿afectaría a la candidatura de Pablo Iglesias para liderar el partido?
-Sí, para nosotros no son separables las personas de las ideas. Nos presentamos con la candidatura Claro que Podemos, con un proyecto unitario en lo organizativo, ético y político. Y también con un equipo humano, que hasta ahora ha venido haciendo labores de dirección pero casi de forma interina, para continuar al frente si lo hemos hecho bien. Porque estar en posiciones de dirección no es un fin, es un medio para conducir Podemos en el mejor sentido posible. Si resulta que el proyecto que sale es el que han propuesto otros compañeros, bueno, seguiremos estando en Podemos, por supuesto, allí donde seamos más útiles, pero no seremos nosotros quienes nos coloquemos al frente. Sometemos lo que nos parece mejor al criterio de la gente, si salimos elegidos estaremos encantados de asumir la responsabilidad, y si salen otros les corresponderá a ellos.
¿Qué previsión tienen para las elecciones autonómicas y municipales de 2015? ¿Qué presencia tendrá Podemos en las mismas?
-Vamos a estar presentes en esos dos casos, lo que tenemos que decidir es cómo para vehiculizar la voluntad ciudadana de cambio. En las municipales vamos a ver en cada territorio cómo somos más fuertes, de qué manera tenemos más fuerza de cara a recuperar las instituciones para los ciudadanos.