madrid - Lo afirmó hace ya tiempo, mucho antes de ser ministro, y lo volvió a corroborar ayer mismo, en pleno debate secesionista en Catalunya. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, consideró que una hipotética reforma de la Constitución no tendría por qué generar una “tensión extraordinaria” si es fruto de la “reflexión serena” y del consenso de las fuerzas políticas, una medida que abandera sin ir más lejos el PSOE de Pedro Sánchez y no tanto el PP al que el dirigente pertenece. Catalá no cierra la puerta, por tanto, al diálogo para “analizar” cualquier cuestión -recalcó- que requiera “alguna adaptación” de la Carta Magna.

En declaraciones en los pasillos del Congreso de los Diputados, el ministro resaltó que, pese a abrirse a su adaptación, la Constitución ha sido y es actualmente un “marco de convivencia extraordinario” y presta un “grandísimo servicio” al Estado español. Catalá se remitió al presidente Mariano Rajoy al asegurar que el Gobierno español está “permanentemente abierto a dialogar” con todas las fuerzas políticas aquellas cuestiones que “sigan garantizando la convivencia y la estabilidad” como Estado occidental y del siglo XXI.

“La norma suprema, la Constitución, puede ser reformada algo que hemos hecho en el pasado, y no por eso se genera ninguna tensión extraordinaria si es fruto de la reflexión serena y del debate y el consenso de las fuerzas políticas”, zanjó Catalá.

Por su parte, Rajoy defendió ayer en el Congreso que la dotación a Catalunya en los Presupuestos Generales del Estado es “buena”, llevando así la contraria a CiU. El líder del PP juzgó “profundamente injustas” las acusaciones del grupo nacionalista sobre el tratamiento del Estado hacia Catalunya y alegó que la partida sube un 19%. “Así es muy difícil construir, no hay ningún castigo”, añadió. - I.S.M.