madrid - La Audiencia Nacional ha concedido la libertad condicional al etarra Asier Arronategi Duralde. Según el auto judicial al que ha tenido acceso Europa Press, la decisión parte de una propuesta a favor elevada por Instituciones Penitenciarias. Arronategi, hoy fuera de la disciplina etarra, fue detenido en México en 2003 y quedará libre pese a que no termina de cumplir condena hasta febrero de 2015.

Arronategi fue condenado por integrar una estructura estable de ETA en México junto a otros colaboradores de la banda. Actuaban siguiendo las directrices de la dirección etarra: complementaban los objetivos logísticos, financieros y estructurales que ETA, en ese momento, no conseguía desarrollar de forma plena en Francia. En concreto, siempre según el auto, Arronategi facilitaba la provisión de fondos a la dirección de la banda en Francia, que posteriormente enviaba el dinero a los responsables del colectivo en México. Este dinero sirvió para cubrir necesidades de infraestructura propias y para financiar a algunos miembros de ETA en México.

Para acceder a la libertad condicional es necesario que previamente la Administración Penitenciaria conceda el tercer grado penitenciario, algo que en el caso de Arronategi se produjo el pasado 9 de mayo. Posteriormente, la Junta de Tratamiento de Basauri elevó su propuesta de libertad condicional cuya competencia recae exclusivamente en los jueces.

En la presente legislatura son muy pocas las veces que el Ministerio del Interior ha accedido a conceder terceros grados (ir a la cárcel solo a dormir) a presos etarras, ni si quiera para los internos acogidos a la denominada vía Nanclares tras romper con ETA.

Según el auto del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, Arronategi “ha realizado una declaración expresa de repudio de sus actividades delictivas dentro de la banda terrorista (...) y petición, también expresa, de perdón a las víctimas de su delito”. También destaca su “buena conducta en prisión”, el “apoyo familiar” o “su separación del resto de internos de ETA en el interior del establecimiento penitenciario. - E. Press