Bruselas - Ni Partido Nacionalista Vasco ni Convergència Democrática de Catalunya, integrados ambos en la Alianza de los Liberales y Demócratas Europeos, quieren ni oír hablar de la entrada de UPyD y Ciutadans en la familia política con la que comparten escaño en el hemiciclo de Estrasburgo -los catalanes, desde el nacimiento del grupo, y los nacionalistas vascos, desde 2004-, pero las posibilidades de frenar la inminente llegada de las formaciones que lideran Rosa Díez y Albert Rivera son, según aseguran diversas fuentes del grupo y dada la debilidad en la que ha quedado ALDE tras las elecciones del 25 de mayo, bastante limitadas.
De ahí el intento de amortiguar el golpe obligando a los nuevos diputados a suscribir una declaración de principios en la que se haga referencia a la resolución aprobada en abril en Rotterdam por la Internacional Liberal, de la que forma parte CDC. Un texto en el que se expresa "preocupación" por "la falta de diálogo real entre el gobierno de Cataluña y España", se da "apoyo a cualquier decisión del pueblo catalán sobre su futuro", y se apunta al modelo positivo de negociación entre Londres y Edimburgo. Una exigencia crucial para Convergència, cuyo miembro, Marc Guerrero, vicepresidente a su vez del Partido Liberal Demócrata Europeo, amenazó el viernes durante una reunión del buró de ALDE con abandonar su cargo si no se respeta el derecho a decidir o no se tienen en cuenta las reclamaciones de su partido.
"Verhofstadt está haciendo todo lo posible para que se queden", aseguran desde el entorno del presidente. De momento, lo que ha hecho el líder flamenco es remitir una carta en la que explica a los nuevos candidatos cuáles son los valores de ALDE, y en la que hace referencia a dos artículos del Tratado. El 3.3, en el que se menciona el respeto a la diversidad lingüística y cultural, y el 4.2, que reconoce el respeto al autogobierno local y regional y apoya la integridad territorial del Estado, tal y como exige UPyD.
Buscar más escaños Como telón de fondo está el retroceso de ALDE -ha pasado de 85 eurodiputados a 59- debido a los malos resultados cosechados en países como Reino Unido o Alemania, donde han perdido media docena de escaños. Lo que significa que muchos en el grupo, empezando por su presidente, están ávidos de encontrar nuevos aliados que permitan mantener a la familia como la tercera más importante de la Eurocámara y como fuerza clave en las luchas entre PPE-PSE. "No veo que se vayan a rechazar las solicitudes que tenemos. La mayoría están abiertos a la adhesión y la única manera de trabajar juntos será seguir el consejo de Verhofstadt: dejar los conflictos domésticos fuera y concentrarse en la agenda europea", aseguran fuentes del grupo.
La decisión se tomará en una reunión entre el martes y el miércoles en Bruselas. En ella tendrán derecho a participar y a votar los eurodiputados ya adscritos al grupo, mientras que los nuevos candidatos tendrán que obtener el aval de dos tercios de los miembros presentes. Un ejercicio con el que el grupo espera sumar una quincena de nuevos aliados: los 4 del checo Ano 2011 en el que figura el ex comisario Pavel Telicka, 4 de UPyD, 2 de Ciutadans, 2 del portugués Partido da Terra, otro de un partido esloveno y del alemán Free Voters y 4 más de Flandes si es que finalmente la N-VA, el partido nacionalista flamenco integrado actualmente en la Alianza Libre Europea, decide presentar su solicitud y adherirse a esta familia.
Nuevos socios Se trata de una decisión crucial también para PNV y CDC. La N-VA y la Open VLD, el partido de Verhofstadt, son enemigos y competidores en Flandes pero su entrada en el grupo podría ayudar a calmar las aguas y suavizar las reticencias de vascos y catalanes al incorporar a su causa a un tercer partido que podría ejercer de contrapeso en temas como el derecho a decidir, formando entre los tres un pequeño núcleo dentro de los liberales. Mark Demesmaeker, eurodiputado de la N-VA que el pasado 25 de mayo renovó su escaño, reconocía el viernes esa posibilidad. "Todas las opciones son posibles. Hemos tenido negociaciones y contactos con varios grupos para ver con quién nos podemos asociar, pero todavía no está decidido", explicaba admitiendo que los posibles nuevos socios con que se encontrarán en el grupo pesarán en la decisión.
El futuro de los cuatro eurodiputados flamencos se abordó ayer durante una reunión del consejo de la formación que lidera Bart de Wever, aunque no trascendió si efectivamente tienen ya alguna preferencia. "Somos un partido independentista, así que es importante encontrar en el grupo partidos similares, con los mismos valores y las mismas ambiciones. Será una cuestión crucial", apuntaba.
Demesmaeker, que asumió su escaño en febrero de 2013 en sustitución de Frieda Brepoels, es consciente de que Eurocámara y parlamento federal o regional no tienen nada que ver y que los matrimonios de conveniencia son habituales. "El grupo nunca será homogéneo, siempre será mucho más diverso. No hay un grupo perfecto y siempre hay que lograr compromisos", admite. En la lista de posibles novios figuran además de ALDE los conservadores británicos de ECR, de corte euroescéptico y que pugnan también por ser la tercera fuerza de la cámara, frente a una N-VA que se declara europeísta. "Tendremos que encontrar el mejor equilibrio", añadía sin revelar sus preferencias ante una decisión que previsiblemente se pospondrá hasta saber qué ocurre con PNV y CDC.
Lo que de momento nadie se plantea es que catalanes o vascos puedan llegar a abandonar el barco. "¿A donde irían?", replican algunas fuentes. En el caso de los catalanes, ALDE es la única familia política que han conocido en la Eurocámara mientras que el PNV estuvo primero en el PPE antes de pasar a la Alianza Libre Europea, una formación que comparte coalición con los Verdes y en la que están presentes partidos como ERC o Compromís, que por primera vez ha logrado un escaño. Hasta ahora, además, era la familia en la que se sentaba la izquierda abertzale a través del representante de Aralar, Iñaki Irazabalbeitia, que ha sido su representante en los últimos meses.
Tras semanas de rumores, la izquierda abertzale era aceptada sin problemas esta misma semana en el grupo de la Izquierda Unitaria Europea donde estará representada durante algo menos de año y medio -después el escaño pasará al BNG- por el eurodiputado Josu Juaristi. Un cambio de familia política que le llevará a compartir bancada a partir del 1 de julio con formaciones como el Sinn Fein irlandés, Podemos o Izquierda Unida.