madrid - El rey perderá la inviolabilidad que tiene como jefe de Estado cuando abandone el trono, salvo que la futura ley orgánica que regule su sucesión blinde esta inmunidad, según explicaron expertos juristas. El artículo 56.1 de la Constitución establece que "la persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad", razón por la cual dos juezas de Madrid inadmitieron dos demandas de paternidad interpuestas en su contra en los tribunales.
Según los expertos consultados, el rey seguirá disfrutando de los mismos privilegios y en el ejercicio de sus funciones hasta que se acometa la proclamación del príncipe de Asturias como futuro rey de España, con el nombre de Felipe VI.
Cuando se formalice la abdicación, su persona podría ser perseguible por la Justicia a no ser que se blinde por ley la inviolabilidad del rey saliente. Este aspecto podría incluirse en la ley orgánica que el Gobierno tiene previsto aprobar para desarrollar el artículo 57.5 de la Carta Magna. Según este precepto, "las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una ley orgánica".
Fue el propio Rey el que alimentó los rumores en torno a su abdicación con un comentario en un corrillo con periodistas en la recepción con motivo de la Fiesta Nacional en 2010, donde sugirió que tenía ganas de que el príncipe le diera el relevo porque 35 años de reinado eran muchos. Aquel comentario se interpretó como una broma, pues los portavoces oficiales del Palacio de la Zarzuela repetían una y otra vez que no había "ninguna operación de abdicación en marcha". Meses después, el príncipe aseguraba que se veía preparado para la sucesión, que en todo caso no veía cerca. - E.P.