Bilbao - Repite escaño en Europa...

-Hemos ganado las elecciones y, teniendo en cuenta que éramos los únicos con candidatura en los siete herrialdes, hemos tenido también resultados bastante buenos en Iparralde. Y se cumplió otro de los objetivos de la coalición -con CiU, Coalición Canaria y Compromiso por Galicia-, que era tener tres diputados.

La suya no será la única voz aber-tzale, ya que ha entrado EH Bildu. ¿Es positivo porque añade un segundo escaño que dé voz a Euskadi?

-Todas las voces que hablen bien de Euskadi en Europa están fenomenal, pero quiero recordar que Iñaki Irazabalbeitia, de Aralar, ya estuvo ocho meses en la anterior legislatura.

¿Habrá margen para colaborar?

-Hemos trabajado con Aralar perfectamente donde podíamos tener temas en común, y lo que se prima en el Parlamento Europeo es llegar a acuerdos, así que, siendo esa la filosofía, en los ámbitos en los que se pueda colaborar, trabajaremos.

¿Le ha dejado un sabor agridulce que EH Bildu haya sido la más votada en Gipuzkoa y en Araba?

-Bueno, llevaban mucho tiempo con una situación como la que todos hemos conocido en la política de este país, y han obtenido unos buenos resultados, pero nosotros hemos obtenido unos muy buenos resultados también, siendo ganadores de esta comunidad autónoma, así que hay que felicitar a todos los que han obtenido buenos resultados.

EH Bildu ganó en Nafarroa. ¿Es una zona más complicada para el PNV?

-Históricamente conocemos cuál es la composición de las fuerzas políticas en la zona, y no ha sido una sorpresa para nosotros.

¿Le preocupa que EH Bildu pueda recortar distancias con su partido?

-No tenemos ninguna preocupación. Las elecciones dieron el resultado que dieron. Por lo que están preocupados algunos es por la caída del bipartidismo, que ya estábamos anunciando desde hace tiempo: que el bipartidismo estaba en crisis y que, ante eso, nosotros éramos alternativa, y es lo que ha ocurrido.

¿Cuál será la primera iniciativa que presentará en la Eurocámara?

-De la anterior legislatura quedó un tema pendiente, un informe de transporte, y lo que me toca es negociarlo con los estados para que sirva para favorecer el transporte de mercancías y personas, y para quitar obstáculos a las empresas que se dedican a construir trenes para todo el mundo, que alguna tenemos en Euskadi.

¿Hay alguna iniciativa que se haya marcado como reto personal?

-Tenemos 116 propuestas, pero hay que ver la dinámica del Parlamento. En la anterior legislatura jamás habría pensado que me iba a encontrar con el secuestro de un atunero de Bermeo y que me tocaría defender que la protección de los buques más vulnerables, los pesqueros, se incorporara a la operación Atalanta. Por otro lado, hay temas pendientes, uno de ellos llevar un debate al Parlamento sobre las tensiones territoriales dentro de los estados.

¿Por qué candidato a la Comisión Europea se decanta el PNV? ¿Por el 'popular' Jean Claude Juncker, o por el socialdemócrata Martin Schulz?

-Tenemos nuestro candidato -Guy Verhofstadt, del grupo ALDE-, pero en la campaña mediática ha dado la impresión de que solo había dos. Verhofstadt es el único que estuvo en Euskadi hablando de su proyecto.

Pero las primeras negociaciones sí van a centrarse en Juncker o Schulz. ¿Qué condiciones pone ALDE?

-La próxima semana empiezan las reuniones. ALDE, la tercera fuerza, será árbitro en muchas decisiones.

¿Teme que una coalición de 'populares' y socialistas europeos termine dejando fuera de juego a ALDE?

-No lo creo. No sería bueno porque el Parlamento Europeo, en este momento, si se caracteriza por algo, es por su pluralidad, con la incorporación de nuevos grupos, y con un incremento del número de diputados en el resto de grupos. No creo que hagan eso.

¿El auge de la ultraderecha hará más ingobernable a Europa?

-No son mayoría en el Parlamento, así que espero que, como el resto de grupos no compartimos esos valores, no tengan mucho que hacer. No van a condicionar la política. Otra cosa es que molesten con sus discursos.

Ciutadans va a pedir insertarse en ALDE. ¿Usted estaría incómoda?

-Eso compete a nuestros compañeros. Hemos ido en coalición con CiU, y este debate corresponde a un ámbito más de Catalunya que de Euskadi.

¿Cómo deberían reaccionar PP y PSOE tras la caída del bipartidismo?

-Les corresponde a ellos. El bipartidismo estaba llamado a fracasar porque ellos se han turnado de manera sucesiva en los gobiernos españoles, y entre los dos han construido un modelo económico fallido.

En Euskadi también ha irrumpido Podemos. ¿El descontento con la clase política ha llegado a la CAV?

-En Euskadi se ha visto el descontento más con una clase política que con otra. Aquí los partidos que se han hundido han sido PP y PSE. Si sumamos los votos de los partidos alternativos, son la suma de lo que han perdido los partidos españoles en Euskadi.

¿A qué atribuye su caída, más allá de que sus matrices en el Estado atraviesen momentos bajos?

-La gente no se siente identificada con sus discursos. No han tenido ninguna sensibilidad con las propuestas y las aspiraciones de Euskadi.

¿El PNV debería hacer más política con EH Bildu o ser más agresivo en defensa del nuevo estatus?

-El PNV tiene marcado un camino, ya hizo una propuesta de reforma del Estatuto donde se hablaba de la bilateralidad, el lehendakari Ibarretxe quiso hacer la consulta... El tema del derecho a decidir no es nada nuevo. La novedad es que otros asuman las propuestas del PNV. Tras ese recorrido, Euskadi tiene una ponencia en el seno del Parlamento, y espero que seamos capaces de llegar a un acuerdo.

¿El Estado debería leer los resultados y ponerse manos a la obra para buscar una solución al encaje de Euskadi y Catalunya?

-Debería haber un cambio porque los dos grandes partidos que estaban defendiendo la unidad del Estado han tenido unos resultados que les han sumido en una crisis total y, en Catalunya y Euskadi, quienes entendemos que somos una realidad política diferente tuvimos buenos resultados.

¿El nuevo reparto de fuerzas propiciará que no lleguen mensajes tan negativos de la Comisión Europea sobre Catalunya?

-No creo que Europa cambie de la noche a la mañana. No veo a ningún comisario obligando a un estado miembro, porque es verdad que, de acuerdo con los tratados, ese es un asunto que compete a cada estado. Lo que sí tenemos que hacer es trabajar en la propuesta de reclamar en las instituciones europeas que, ante la falta de acuerdo de un Estado, tiene que haber una solución europea para llegar a desbloquearlo.