madrid - El PP se impuso ayer en las elecciones al Parlamento Europeo (PE) tras obtener el apoyo de cuatro millones de votantes que le otorgaron 16 escaños, solo dos por encima del PSOE, al que aventajó en medio millón de sufragios. La victoria del candidato Miguel Arias Cañete, sin embargo, dejó un sabor amargo en los populares, que ven cómo en poco más de dos años de gobierno se han dejado por el camino casi seis millones de votos y el desapego de muchos de los que dieron a Rajoy su mayoría absoluta tras el último mandato de Rodríguez Zapatero.
Aunque el PP y su presidente pretendían que los comicios sirviesen de respaldo a sus políticas económicas, pierden dos millones y medio de votos en relación a los comicios europeos de 2009. Ajenos a la realidad de los datos, sus dirigentes evitaron ayer desde la sede de la calle Génova la autocrítica y optaron por poner énfasis en los males del rival y en que fueron los únicos, junto a la CDU de Angela Merkel, que han ganado estas elecciones teniendo responsabilidades de gobierno.
Cospedal trató de explicar el bajón apelando al contexto, a los dos años y medio en los que el Ejecutivo se encontró con una situación "muy difícil" y a las decisiones impopulares que han tenido que adoptar en este tiempo. De autocrítica, de corrupción y de recortes sociales, nada de nada.
Mucho peor parados han salido los socialistas, que habían planteado los comicios europeos como el inicio de su recuperación, confiados en que los españoles dejaran ya de percibirles como parte del problema y que les situaran de nuevo en disposición de ganar unas elecciones.
otra debacle socialista Pero ni la intensidad y amplitud de los recortes del PP, ni las tensiones territoriales en Euskadi y Catalunya ni el comentario sexista del candidato popular en plena campaña han sido capaces de levantar el vuelo de la candidatura de Elena Valenciano, cuyos malos resultados podrían acelerar la salida de Pérez Rubalcaba de la dirección.
Los socialistas pierden más escaños que el PP -9 contra 8- y difuminan cada vez más su presencia en comunidades autónomas que son decisivas para unas generales. El único dato positivo para el futuro del PSOE fue mantener su hegemonía en Andalucía -de donde han sacado uno de cuatro votos- Extremadura y Asturias, aunque por escaso margen. Las caras ayer noche en la sede de Ferraz al hacer públicos los resultados reflejaban la desolación que vive el partido y las dudas sobre su futuro. Las consecuencias, dijo Valenciano, serán inmediatas. Y habrá que estar atentos a la repercusión que los resultados del PSOE van a tener en la carrera por las primarias.
La gestión de la crisis ha azotado por igual a los dos grandes partidos nacionales, que como se temían han recibido el desafecto de los ciudadanos en forma de apoyo a otras fuerzas políticas menos convencionales. El desplome ha sido de tal calibre que por primera vez los dos grandes partidos no han llegado a sumar ni la mitad de los votos emitidos.
El bipartidismo de PP y PSOE se queda en el 49,7% de los votos, el peor porcentaje de la historia de la democracia. Estos resultados suponen la pérdida de más de 16 puntos para el PP después de dos años de gobierno y de 15,5 para el PSOE, incapaz de aprovechar el descontento social con las políticas aplicadas por Rajoy desde su llegada al poder.
la sorpresa electoral Lo que no habían podido prever los sondeos fue la existencia de un voto de castigo tan decidido. IU se consolida como la tercera fuerza con más representación, con seis escaños, aunque son bastantes menos de lo que establecían las encuestas para la formación de Cayo Lara, en lo que ha tenido mucho que ver la atronadora irrupción de Podemos, convertida contra todo pronóstico en cuarta fuerza del Estado gracias a los 1.300.000 votos recibidos, que le otorgan cinco escaños en Bruselas.
Era una amenaza que ningún dirigente de IU había querido plantear abiertamente durante la campaña, pero que finalmente se ha cumplido y este partido, que se creó como quien dice hace dos días, logra sólo un escaño menos que IU, que lleva cerca de treinta años en la brecha política.
Hará bien la clase dirigente española en tomar nota del ascenso de Podemos, al que algunos colocan como un fenómeno puramente electoral -ha sido la tercera fuerza en Madrid- pero que pone bien a las claras el deseo y la necesidad de muchos ciudadanos para que se haga la política de otra manera.
En igual medida ha podido afectar Podemos al partido de Rosa Díez, cuyos felices pronósticos se han quedado reducidos a cuatro escaños. De todas formas, el millón de votos afianza a UPyD como una fuerza consolidada en determinados territorios del Estado español.
más representantes También obtuvieron representación para la Eurocámara Coalición por Europa (3), Esquerra Republicana (2), Partido de los Ciudadanos (2), Los Pueblos Deciden (1) y Primavera Europea (1). En total han resultado elegidos 54 los eurodiputados españoles.
La temida abstención no hizo finalmente una aparición tan terrible como aventuraban los sondeos y pese a que los datos siguen siendo preocupantes, queda el consuelo de que en Navarra, Comunidad Autónoma Vasca y Catalunya hubo bastantes más votantes que en 2009.
Uno de los puntos más esperados era conocer el resultado de los catalanes, donde los partidos defensores de la consulta soberanista -CiU, ERC e ICV-EUiA- han logrado un 55,81%, lo que ha servido al presidente de la Generalitat, Artur Mas, para proclamar que no habrá "ni un paso atrás".
Sin embargo, su partido, CiU, se ha visto superado por ERC, que se ha convertido en primera fuerza en la comunidad, con un 23,67% de los votos frente al 21,86% de los convergentes. El PSC se ha mantenido como tercera fuerza, pero se hunde hasta el 14,28%, ligeramente por debajo de las autonómicas de 2012 pero 22 puntos por debajo de 2009, cuando Zapatero estaba en la Moncloa. Salvo en 1994, el PSC siempre había ganado las europeas en Cataluña, y nunca había bajado del 30%.
Las de ayer fueron las primeras elecciones en toda España desde las legislativas de noviembre de 2011 y los resultados obligarán a repasar estrategias ante las que aguardan ya en 2015: municipales, autonómicas y generales.
Principalmente, por parte de los dos partidos más votados pero, a la vez, más castigados en estas elecciones, PP y PSOE, y a los que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha bautizado como "la casta". Y la casta deberá dejar claro en los próximos meses si ha entendido el mensaje.
17 menos entre los dos. El PP cae a 16 escaños desde los 24 que tenía desde 2009, mientras el PSOE ha pasado de 23 a 14.
El PSC, hundido. Salvo en 1994, el PSC siempre había ganado las europeas en Catalunya, y nunca había bajado del 30%. Ayer sacó solo el 14%.
Asistencia aceptable. La participación fue del 45,85%, frente al 44,9% de hace cinco años.
Fuera de la Eurocámara. Se ha quedado sin representación VOX, al obtener Alejo Vidal-Quadras 244.718 sufragios. Más de 100.000 votos tuvieron PACMA, Escaños en Blanco y Movimiento Red, el partido del juez Elpidio Silva.