León - La titular del juzgado de instrucción número 4 de León decretó ayer prisión sin fianza para la policía local Raquel Gago, de 41 años, imputada por la muerte de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, tras entregar el arma homicida en una comisaría treinta horas después del crimen. La jueza le imputa delitos de homicidio, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas, al igual que a las otras dos mujeres ya encarceladas, María Montserrat González Fernández, de 55 años, y su hija, Montserrat Triana Martínez González, de 35. Gago ingresó en la prisión de Mansilla de las Mulas, muy próxima a la capital, donde permanecen desde la madrugada del jueves las otras dos imputadas.

Fuentes de la investigación indicaron que la jueza decidió enviarla a prisión porque su declaración estuvo plagada de "incongruencias" y no supo justificar cómo llegó el arma a su poder ni por qué tardó treinta horas en entregarla en comisaria. Además, esta agente declaró ante la Policía que se encontró a Montserrat Triana Martínez González, con la que mantiene una estrecha amistad, en el intervalo de tiempo entre el crimen, que se cometió a las 17.18 horas del pasado lunes, y la detención de ésta, poco después de las 18.00 horas, y tampoco lo notificó pese a saber que había sido arrestada y por qué.

Raquel Gago, que lleva 17 años prestando servicio en la Policía Local de León, en la que actualmente está adscrita al servicio de barrios, entregó el martes por la noche en comisaría el arma homicida y aseguró que la encontró en su coche, que había prestado a la más joven de las detenidas por el crimen. También había declarado que poco después de que se produjera el crimen se cruzó por la calle con su amiga y que se saludaron.

Pintadas En este contexto, en la mañana de ayer aparecieron pintadas ofensivas contra la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, en la pasarela sobre el río Bernesga, en León, en la que fue asesinada de varios disparos el 12 de mayo. Los dos pintadas rezaban: "Aquí murió un bicho" y "Aquí murió una cazique". Fueron escritas en tinta negra y ocupaban transversalmente buena parte de la pasarela peatonal. -Efe