Todas las últimas encuestas publicadas, aunque con cifras distintas, señalan que la distancia entre los favorables al "sí" y los que prefieren mantenerse dentro de la Unión es cada vez más corta. Este es el principal motivo que llevó al primer ministro británico a realizar un tour de dos días por el norte de la isla. David Cameron llegó a Escocia para asegurar que, en caso de que los escoceses opten por mantener unida a Gran Bretaña, la autonomía del norte se verá ampliada con un traspaso amplio de poderes.
Un mensaje que las tres grandes formaciones unionistas, conservadores, laboristas y liberaldemócratas, llevan ya meses repitiendo de forma desesperada. Por separado, cada uno de los partidos ha realizado ya llamamientos para ampliar los poderes del gobierno escocés a pesar de que el el "no" se imponga en el referéndum de septiembre. En su visita, David Cameron insistió en este punto y señaló que "votar por la unión no es votar por la permanencia del statu quo actual, sino por tener lo mejor de los dos mundos". La semana pasada, el líder de los laboristas, Ed Milliban, prometió que incluiría una moción para modificar la legislatura en su primer año como Primer Ministro, en caso de que saliera elegido en las elecciones generales del año 2015. David Cameron no se atrevió a garantizar tanto. El político tory explicó que no podía "garantizar" que la ampliación de competencias se tramitara en el primer año de lesgilatura porque "habría que hablarlo con el resto de partidos y eso lleva tiempo".En esta línea, el jefe del gabinete británico hizo un llamamiento a las distintas fuerzas para crear un consenso post-referéndum que traiga a Escocia una ampliación de las competencias actuales. También anunció que su formación realizaría una propuesta concreta sobre el tema en un futuro cercano.
DEVOLUCIÓN DE PODERES Durante su estancia al norte de la frontera inglesa, Cameron recalcó también su compromiso con la devolución de poderes a las naciones que conforman Reino Unido. Recordó que durante su mandato Irlanda del Norte ha recuperado la competencia de Justicia y que Gales tiene ahora la posibilidad de crear algunas leyes. Así, señaló que las competencias escocesas también se han ampliado en los últimos años.
Por eso, Cameron subrayó que "creo que tengo un largo recorrido en el sentido de respetar las distintas identidades alcanzando más autonomía y, a la vez, mantener a nuestra familia de naciones unida y alcanzando acuerdos en los que todos estemos cómodos". En esta línea, el primer ministro aseguró que la campaña unionista tiene "muchas razones de cabeza y hechos". David Cameron aseguró que "se puede ser un escocés orgulloso de serlo pero argumentar también que lo mejor para Escocia es, precisamente, seguir siendo parte de Reino Unido". Las declaraciones del primer ministro británico fueron acogidas con frialdad por el ministro principal escocés, Alex Salmond. El líder nacionalista aseguró que "cualquier político tory es una carga para la campaña favorable a Reino Unido y supone un problema para el Partido Laborista estar unidos a los conservadores.
Salmond fue más allá y señaló que "nadie en Escocia creerá las promesas de un miembro del partido conservador. La última vez que las hicieron, lo que los escoceses obtuvieron fue a Margaret Tatcher y 18 años de gobierno tories por los que no votamos". El jefe del ejecutivo autónomo se refería así al referéndum fallido de 1979 para devolver el Parlamento a Escocia y las estrictas medidas de austeridad que "La Dama de Hierro" puso en marcha y trajeron al ruina la economía escocesa.