madrid - El expresidente del Tribunal Constitucional Manuel Jiménez de Parga, magistrado emérito de la institución, falleció ayer a los 85 años en Madrid. Nacido en Granada en 1929, se licenció en Derecho con Premio Extraordinario por la Universidad de Granada en 1951, y dos años más tarde se doctoró por la Universidad de Madrid y empezó su vida docente como profesor encargado de la cátedra de Derecho Político en la Universidad de Madrid en 1956, ejerciendo de catedrático por oposición de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona durante 20 años. Asimismo, fue decano de la Facultad de Derecho (1976) y rector de la Universidad de Barcelona del año 1976 a 1977, y terminó su vida académica como catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Madrid en 1995.
En 1977 fue elegido diputado en las Cortes por la UCD. En julio de ese año, el presidente español Adolfo Suárez le nombró ministro de Trabajo, y pocos meses después embajador-representante permanente del Estado español ante la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra. Además, entre 1986 y 1995 fue consejero de Estado. Ya en 1995 acabó siendo nombrado magistrado del Tribunal Constitucional y fue presidente de ese órgano entre 2001 y 2004.
Autor de una decena de libros, entre sus frases celebres destacan aquella de 2003 donde señalaba lo siguiente: "En el año 1000 los andaluces teníamos, y Granada tenía, varias docenas de surtidores de agua de colores distintos y olores diversos, y en algunas de las ahora llamadas comunidades históricas ni siquiera sabían asearse los fines de semana", en claro desprecio a los territorios históricos. - DNA