Bilbao - La ciudadanía catalana avala mayoritariamente el doble sí que respaldan las formaciones partidarias de la consulta soberanista. Así se desprende del barómetro publicado ayer por el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) del Govern, donde el 57,6% de los encuestados votaría a favor de que Catalunya se convierta en un Estado propio -primera pregunta del referendo-; y de estos, el 81% apoyaría también la secesión -la segunda interpelación planteada al electorado-. De este modo, el respaldo absoluto a la independencia sobre el total del censo se situaría en el 47,1%, aunque, como afirmó el director del CEO, Jordi Argelaguet, en una hipotética consulta, donde no habría que sumar ni a los abstencionistas ni a los indecisos, el amparo independentista alcanzaría la barrera del 55%.

Ésta es la primera vez que el sondeo oficial de la Generalitat expone a sus ciudadanos los dos apartados del referendo, destacando que solo el 19,3% de los votantes respondería negativamente a la gestación de Catalunya como nuevo Estado, al tiempo que, entre quienes sí postularían esta opción, únicamente el 8,6% se opondría a que lograra la secesión. La encuesta se hizo sobre una muestra de 2.000 personas entre los días 24 de marzo y 15 de abril, es decir, antes y después del portazo del Congreso a la transferencia de la competencia para poder celebrar la consulta.

Según el ente demoscópico, la distancia entre los partidarios de la independencia y cualquier otra opción es "muy grande", argumentándose la victoria sin paliativos del doble sí en el deseo de obtener mayor autonomía y capacidad de gestión económica; mientras que quienes promueven un Estado catalán no secesionado abogan por más autonomía dentro del actual marco territorial, además de que el grupo minoritario que votaría en contra de un nuevo Estado lo haría principalmente por motivos sentimentales y para preservar la unidad de España. A su vez, entre los encuestados, un 44,9% ve "bastante o muy probable" que una Catalunya independiente se quedara fuera de la Unión Europea, un 37,6% lo percibe "poco o nada probable", y un 16,9% desconoce qué sucedería. A raíz del reciente incidente con el socialista Pere Navarro, el CEO señala que no han encontrado índices que inviten a pensar que existe una clima de crispación social entre los ciudadanos por culpa del debate soberanista.

Nuevos soberanistas El barómetro desbroza además que en realidad solo el 22,5% de las personas se proclama independentista de toda la vida, y que factores sociales y políticos han llevado a otro 25% a sumarse a ese papel en los últimos años. No sorprende que el 98,5% de los votantes del PP no se sienta secesionista, pero sí que el 39,6% de los de CiU confiese que se ha vuelto independentista quizás desde la decepción del frustrado nuevo Estatut -frente al 33,1% que se ha sentido siempre así-, y que haya un 23% de convergentes que aún no tenga esa aspiración. También entre los votantes de ERC, el 41,4% se ha convertido al secesionismo en estos tiempos más recientes. Hasta un 99% de quienes apoyan a Ciutadans se declara contrario al soberanismo extremo, más incluso que en el seno del PP.

En cuanto al modelo territorial, el 74,7% de votantes de CiU opta por un Estado independiente y solo un 10% se decanta por el federalismo, mientras que en las filas socialistas la cosa está más reñida: la mayoría, el 39,1%, opta por la autonomía dentro de España, pero el 37,4% prefiere un Estado federal como el promovido como solución al callejón sin salida por su líder catalán y por Rubalcaba, y solo el 12,7% la independencia. En el caso de ICV, el 51% aprueba el Estado federalismo, pero hay un 36,2% que quiere la independencia.

57,6%

A favor del Estado propio. De los que votarían "sí" a esta primera pregunta del referendo, el 81% apoyaría que éste fuera independiente. Es decir, el 47,1% de todos los electores respaldaría la independencia. Delante de la urna, sin contar ya los indecisos y abstencionistas, la secesión ascendería a un porcentaje cercano al 55%.

19,3%

En contra del Estado propio, primera pregunta de la consulta.