Bilbao - ELA apuesta en su Declaración del Aberri Eguna por "nuevas estrategias de acumulación de fuerzas" en Euskadi, dejando al margen "la disputa de espacios electorales", para que "las masas populares se sumen al proceso nacional" vasco. Además, aboga por "una Euskal Herria libre entre las naciones del mundo".
En el manifiesto hecho público ayer, el sindicato nacionalista asegura que "Euskal Herria es una nación, tiene derecho a decidir y es la hora de la ciudadanía". "Este triple leit motiv, elegido por la iniciativa Gure Esku Dago, resuena de manera especial a escasos dos meses de una movilización masiva que, en forma de cadena humana, unirá las localidades de Durango e Iruñea", subraya. A su juicio, "las alianzas políticas que aplican la agenda neoliberal" en Euskadi "definen también el debate del autogobierno".
Crítica al PNV En este contexto, subraya que la puesta en marcha de la ponencia para un nuevo estatus en el Parlamento Vasco "nace mutilada, toda vez que la principal fuerza política ha decidido que el futuro estatus sea fruto de un consenso con al menos una de las dos primeras fuerzas españolas". "A esto hay que unir la nefasta pedagogía que una parte del nacionalismo vasco realiza asumiendo el argumentario constitucionalista, que afirma que es la reclamación del derecho de autodeterminación lo que divide a los vascos y, cuando es la imposibilidad de acometer su ejercicio, precisamente, lo que provoca que no todos los proyectos políticos puedan competir en igualdad de condiciones", afirma.
Además, manifiesta que el debate del autogobierno, o mejor dicho, "la negativa" a que éste se aborde, "constituye también el núcleo del problema político en Navarra". ELA señala que, durante años, no son pocos lo que han creído "que el tiempo político que seguiría al fin de la lucha armada, habría de ser propicio para un acuerdo interclasista en clave de soberanía". No obstante, remarca que, "lamentablemente, la lucha por el relato sobre el pasado y por la hegemonía electoral en el seno del nacionalismo, hace que primen las dinámicas no convergentes frente a las colaborativas". "Los abertzales tenemos pendiente superar nuestro mayor hándicap: la incapacidad de sumar respecto de objetivos mínimos compartidos, más allá de la legítima disputa de espacios electorales".
Por ello y habida cuenta de las limitaciones de la política institucional para dar determinados pasos, ELA considera que ésta fase "puede y debe ser una etapa fructífera para articular una potente movilización social que trabaje para ese objetivo" y cree que el proceso catalán "se constituye en una referencia singular". E.P.