madrid - Olga Comes Arambillet, integrante del comando Bizkaia de ETA, reconoció ayer en un juicio en la Audiencia Nacional que alquiló pisos para la organización armada, pero negó que hiciera seguimientos y recabara información para secuestrar al concejal del PSE en Eibar Benjamín Atutxa.

Comes, que ya fue condenada en Francia por su pertenencia a ETA, se enfrenta a 13 años de cárcel por estos hechos. Según el fiscal, sometió a Atutxa a vigilancia entre octubre de 2007 y abril de 2008 con el objetivo de secuestrarle, mantenerle con vida el par de días que iba a durar la retención y finalmente matarle.

Durante la vista oral Comes reconoció que alquiló dos pisos -uno en Logroño y otro en la localidad riojana de Ezcaray- que se anunciaban en Internet, pero señaló que en ningún momento participó en el traslado de explosivos y armas desde zulos de la banda a los garajes de esas viviendas, ni tampoco realizó seguimientos al concejal ni recabó información sobre él.

Arkaitz Goikoetxea, que ya ha sido juzgado y condenado por el intento de secuestro del edil de Eibar, declaró en el juicio como testigo y aseguró que ni la acusada ni nadie hizo seguimientos del concejal y que se inventó toda su declaración a la Guardia Civil.

Tras insistir en que la declaración ante los agentes de la Guardia Civil la efectuó bajo "torturas" y "presiones" y en que la prestada ante el juez fue "voluntaria", Goikoetxea manifestó que Olga Comes llegó de Francia enviada por la dirección de la banda con la única función de alquilar la infraestructura y que no participó en acción armada alguna. - Efe