Madrid. El marroquí Rafá Zouhier, exconfidente de la Guardia Civil, condenado a 10 años de cárcel por suministrar los explosivos de los atentados del 11-M, saldrá en libertad el 16 de marzo, aunque podría ser expulsado a su país una vez excarcelado, informaron ayer fuentes jurídicas. Zouhier fue detenido en 2001 por el robo de una joyería que le supuso un ingreso de varios meses en la cárcel asturiana de Villabona. Allí compartió celda con Antonio Toro -también condenado por el 11-M-, que le puso en contacto con el minero Emilio Suárez Trashorras, facilitando así la relación que permitió a la célula islamista responsable de los atentados en los trenes obtener los explosivos necesarios para cometer la acción terrorista.
La sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dictó ayer, con el informe favorable del fiscal, el licenciamiento definitivo de Zouhier para la citada fecha al quedar entonces extinguida la condena de 10 años que le fue impuesta en 2007, dado que su detención se produjo, el 19 de marzo de 2004, días después de producirse los atentados del 11-M. Asimismo, en su resolución, la Sala de lo Penal comunica a la Brigada de Extranjería de la Policía en Cádiz, donde se encuentra encarcelado, que en caso de considerarlo oportuno y procedente inicie los trámites pertinentes para su expulsión del Estado español, conforme al artículo 57 de la Ley de Extranjería.