Bagdad. Más de 60 civiles han muerto y otros 297 han resultado heridos en los últimos cinco días en las ciudades iraquíes de Faluya y Ramadi, donde las fuerzas gubernamentales combaten a extremistas vinculados a Al Qaeda. El Centro de Sanidad de la provincia de Al Anbar (oeste), que pertenece al Ministerio iraquí de Sanidad, señaló en un comunicado que todas las víctimas son civiles, entre las que hay niños y mujeres.
Esas personas murieron o resultaron heridas como consecuencia de los combates y de los bombardeos de las fuerzas iraquíes, que lanzaron una operación para expulsar a supuestos miembros del radical Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL) en esas ciudades de Al Anbar. Esa provincia es escenario en las últimas semanas de enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales, clanes tribales armados y miembros del Estado Islámico -las autoridades han dado un tiempo de margen a las tribus para expulsar a los yihadistas antes de lanzar una gran operación sobre Faluya-.
Por otra parte, fuentes de seguridad de Al Anbar dijeron a una agencia local iraquí que el número de civiles muertos ascendió a 380 por los combates en la provincia. Esas fuentes explicaron que muchos habitantes se vieron obligados a enterrar a sus familiares en parques públicos dada la dificultad de desplazarse por esas ciudades.
Además, destacaron que un alto número de hombres armados de las tribus y civiles murieron por el "fuego amigo" de las tropas contra grupos que confundieron con Al Qaeda. El responsable de la división de Operaciones Especiales, Fadel al Baruari, afirmó que sus fuerzas mataron a 28 supuestos terroristas mientras tomaban un edificio de la zona de Al Malaab, en el norte de Ramadi, capital de Al Anbar. La policía iraquí recuperó ayer con la ayuda de milicianos tribales el control de Al Malaab y el barrio de Al Forsal, también en Ramadi.