Bilbao. Minutos antes de que los agentes salieran del acuartelamiento y de que diera comienzo la operación de anteayer contra los interlocutores del EPPK, el Ministerio del Interior adelantaba la noticia del operativo a través de Twitter y de una nota de prensa, un desliz que ha puesto contra la pared a Jorge Fernández Díaz y que le ha valido las críticas de la oposición, la Policía y la judicatura, con una Fiscalía que ya estudia si los hechos pudieran tener relevancia penal. No obstante, todo apunta al archivo después de que el Ministerio atribuyera el enredo a un "error humano". Aun así, el popular no podrá sortear la petición de explicaciones por parte de los partidos por una filtración que podría haber alterado los resultados del operativo. Desde distintos ámbitos se apunta la "gravedad" del error, que podría haber permitido que los acusados destruyeran pruebas y ocultaran sus ordenadores portátiles antes de que se presentara la Guardia Civil. De hecho, se cree que pudieron trasladar esa documentación al despacho del senador Iñaki Goioaga, que para mayor desgracia del ministro estuvo ayer desaparecido, así que no fue posible registrar su oficina.

En ese sentido, en los sectores más inmovilistas de Madrid, que habían acusado de tibieza al Gobierno español por no hacer todo lo posible para prohibir el acto de los presos en Durango, se considera ahora que Fernández Díaz podría haber reconducido esa imagen con un golpe de efecto contra los reos que finalmente ha quedado en agua de borrajas. En definitiva, podría haber rebajado la tensión del sector más inflexible con un golpe a los interlocutores, pero no ha hecho sino soliviantarlo más por el error de la filtración. En ese sentido, el portavoz del Sindicato Unificado de Policía, José María Benito, opinó ayer que el Ministerio ha cometido un fallo "de cárcel". "La operación estaba prevista para las cinco de la tarde, y el operativo estaba dispuesto para detener aproximadamente a veinte personas. Al final, las detenciones han sido ocho. Por tanto, ahí está el resultado final", aseguró en declaraciones a Cuatro. Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles, exigieron en declaraciones a Efe que el ministro "dé la cara de forma urgente".

"Quizás hay quien se ha preocupado más de que la noticia saliera bien que de la operación", dijeron. Su portavoz, Juan Antonio Delgado, llegó a asegurar que entiende que a la ciudadanía le venga a la cabeza el chivatazo del caso Faisán, que abortó una operación contra el aparato de extorsión de ETA durante el mandato del PSOE, aunque matizó que no tiene argumentos para aseverarlo.

el pnv pide que comparezca UPyD, por su parte, pidió la comparecencia de Fernández Díaz, al igual que CiU y el PNV, aunque en ese caso para explicar la justificación de la operación contra el colectivo. Los jeltzales reclamaron la convocatoria urgente de la Comisión de Interior. El PSE instó a Rajoy a "poner orden" porque la paz exige "responsabilidad". Desde el PP de la CAV, Borja Sémper reconoció en RNE que pudo haber un "exceso de celo" al comunicar la operación y, según Efe, el Ministerio ha explicado a la Fiscalía de la Audiencia Nacional que todo se debió a un "error humano".