Gasteiz. Su empeño por ir tejiendo consensos en las distintas parcelas durante el primer año de legislatura encuentra el premio en el refrendo de la ciudadanía vasca a la labor desempeñada por el Ejecutivo de Iñigo Urkullu. Así se desprende de las estimaciones del Euskobarómetro, que refuerza el triunfo obtenido por el PNV en las últimas elecciones autonómicas, con una tendencia al alza que le permitiría ganar hasta dos escaños más de los 27 obtenidos entonces, un ascenso similar al que experimentaría EH Bildu -que podría alcanzar los 23-; mientras que el bloque constitucionalista prosigue con su desplome, especialmente el PSE de Patxi López, que desde la oposición sufriría una caída de dos a cuatro asientos en el Parlamento, al tiempo que el PP ahonda su desgaste con una previsible pérdida de uno o dos escaños. UPyD, que conserva el acta presente de Gorka Maneiro, se vería sobrepasado por Ezker Anitza-IU, que certificaría su retorno a la Cámara vasca con un par de asientos. El estudio ha sido realizado por el equipo del Departamento de Ciencia Política y Administración de la UPV/EHU a partir de la intención de voto y de otros indicadores electorales derivados de la oleada de otoño sobre 1.200 encuestas entre el pasado 24 de octubre y 15 de noviembre.
Los jeltzales abanderan el incremento abertzale y, con más de 350.000 papeletas en la urna (34,9% del voto válido), aspirarían a escalar hasta los 29 escaños: 11 de ellos procederían de Bizkaia, donde el PNV mantendría una clara hegemonía, mientras que en Gipuzkoa -con 9 ó 10 asientos- firmarían un empate técnico con EH Bildu, y en Araba suscribirían un triunfo histórico, con 8 escaños y el 27,2% de los sufragios, teniendo en cuenta que doblaría en representación al PP, que hoy en día ostenta el mando tanto en la Diputación como en el Ayuntamiento gasteiztarra. "Estos resultados resultan un acicate para mantener nuestra actitud de responsabilidad e insistir en la seriedad y el rigor", se felicitó ayer el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka. "Más allá de logros u objetivos de carácter público, o de reconocimientos sociales, hemos sido responsables desde la conciencia de que la situación era francamente difícil en lo económico, social y político", recordó. También el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, se mostró "contento y optimista" por estos datos, producto de que "la gente está entendiendo lo que estamos haciendo". "Ningún gobierno de Europa sale bien parado y el nuestro tiene, por el contrario, buenas expectativas", se congratuló, y es que no hay una alternativa viable para liderar Euskadi que no pase, en base a este sondeo, por el PNV.
EH Bildu, con más de 250.000 votos (25,9%), mantendría la segunda plaza con una mejora ostensible que le podría aupar hasta los 22 ó 23 escaños, de los que 10 los cosecharía en el herrialde guipuzcoano, donde está al frente del ente foral y del Consistorio donostiarra, pero solo siete décimas por delante de los jeltzales; mientras que en el territorio vizcaino repetiría con 6 asientos, y en el alavés podría lograr 7, uno más de los actuales. La formación de Laura Mintegi se aprovecharía de la ola soberanista y de la pérdida de terreno de las fuerzas españolistas, pero seguiría a idéntica distancia del PNV en votos y escaños en el Parlamento respecto a los comicios de 2012.
debacle de pse y pp Llamativo resulta el sopapo del PSE que, lejos de levantar cabeza desde que López perdiera la Lehendakaritza, continúa cediendo terreno en sus otrora feudos tradicionales y tendría que conformarse con poco más de 150.000 votos (15,5%) y un amargo tercer puesto en el que podría pasar de los 16 asientos que posee a una horquilla de entre 12 y 14. Cedería un escaño en Bizkaia, estaría a punto de perder otro en Gipuzkoa e incluso podrían ser dos en Araba, lo que evidencia la desafección de su electorado, lastrado seguramente por lo que acontece a su partido a nivel estatal y sin una dirección clara respecto al futuro en la CAV. No le van mucho mejor las cosas al PP de Arantza Quiroga, que en lugar de mejorar los pobres resultados conseguidos la última vez bajo el liderazgo de Antonio Basagoiti, vuelve a pinchar en hueso y, con algo más de 100.000 votos (9,6%), pasaría de 10 a 8 ó 9 escaños, acusando su "desgaste gubernamental" por las políticas de Mariano Rajoy, y viendo cómo se le escapan apoyos en todos los herrialdes, especialmente sangrante en el caso alavés, amén de su posición residual en los otros dos territorios.
La encuesta apunta además a que la división entre Ezker Batua y Ezker Anitza-IU se saldaría a favor de esta última formación, que, con 45.000 votos (4,4%), podría volver a la Cámara vasca, con dos escaños, "más o menos seguros" en Bizkaia y Araba. Finalmente, UPyD, con alrededor de 30.000 votos (2,2%), mantendría su representante alavés. El Euskobarómetro constata "un panorama electoral muy volátil", caracterizado por una alta desmovilización, sobre todo del electorado constitucionalista, y un nivel de indecisión que ronda el 30%. En función del estudio, la participación se situaría ligeramente por debajo del 60% (63,9% en 2012), proporción que solo se podría alcanzar en el feudo vizcaíno. Los electorados de las últimas autonómicas con una mayor fidelidad de voto son los del PNV (80%) y EH Bildu (78%), seguidos de UPyD (60%), PSE (52%), PP (45%) y Ezker Anitza-IU (40%).
en positivo, solo el pnv Otros dos indicadores muestran las dinámicas en que se mueve el electorado vasco. Por un lado figura la valoración de los partidos entre juicios positivos y negativos. En este caso solo el PNV obtiene un saldo positivo (+4 puntos) entre quienes consideran muy o bastante buena su actuación de los últimos meses (31%) y los que la califican de muy o bastante mala (27%). En el resto de los casos los saldos son negativos, entre el mínimo de -14 puntos de EH Bildu y el máximo de -76 del PP, cuya actuación apenas es defendida por un 3% de los sondeados. El PSE se queda en -46 puntos y UPyD, en -61. Sobresale que los socialistas son quienes peor estimación reciben de su propio electorado: solo un 35% le avalan, a 20 puntos de los populares y a más de la mitad de la consideración de PNV y EH Bildu.
El segundo indicador incide directamente en la caída de escaños que se prevé para el PP. La abrumadora desconfianza inicial con que la opinión pública vasca ya recibía hace dos años al Gobierno de Rajoy se ha convertido en desaprobación abrumadora (88%) de su gestión. La valoración positiva ha dejado incluso de ser mayoritaria entre los votantes del PP (39% tras un retroceso interanual de 12 puntos), y es que también entre ellos existe ya un significativo 30% que la desaprueba o que se muestra escéptico (30%).