berlín. La canciller alemana, Angela Merkel, quedó ayer pendiente del voto de la militancia socialdemócrata a una gran coalición, tras lograr el respaldo cerrado de sus filas a un pacto de gobierno cuyo reto es que a "Alemania y a sus ciudadanos les vaya en 2017 mejor que hoy". La convención de la Unión Cristianodemócrata (CDU) respaldó por abrumadora mayoría -apenas dos abstenciones- el pacto de coalición suscrito a finales de noviembre entre Merkel y los líderes la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Horst Seehofer, y del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel. Los 181 delegados de la canciller dieron un sí más que claro al pacto, pese a que en el debate previo a la votación se escucharon voces disonantes -de sus jóvenes generaciones y del llamado Consejo Económico- a las concesiones hechas al SPD. "Ganamos las elecciones el 22 de septiembre, pero ahora tenemos que poder gobernar", dijo Merkel, para recordar que, pese al 41,5% de los votos obtenido y sus victorias en 236 del total de 299 distritos, no les quedó otra que buscar un socio para garantizar un gobierno estable.
Todo apunta a que ese aliado será el SPD, siempre que sus 474.000 militantes den su aprobación en la consulta vinculante ya en marcha, cuyos resultados se darán a conocer el 14 de diciembre, a tres días de la fecha prevista para la investidura de Merkel.
La cúpula del SPD convocó el referéndum para curarse en salud, después de que la primera experiencia de gobierno bajo Merkel, de 2005 a 2009, se saldara con una dura sangría de electorado.
La votación de los 181 delegados de la CDU se consideraba un trámite para Merkel, quien ejerce un dominio casi monolítico sobre el partido que preside desde 2000.
Ante la convención desgranó, uno a uno, los puntos más difíciles de asumir por sus filas del pacto, logrado tras casi tres meses de negociaciones y a costa de "compromisos asumibles".
Buscó el consenso con el SPD y con los Verdes, recordó, hasta decantarse por los primeros, consciente de que su deseo habría sido seguir en coalición con sus socios naturales, los liberales, lo que resultó imposible por quedar éstos sin escaños.