Donostia. Varios miles de personas se manifestaron ayer en Donostia por los derechos de los presos de ETA encarcelados en la prisión de Sevilla II, que el pasado jueves pusieron fin a la huelga de hambre que mantenían desde hace 32 días para denunciar su régimen de "incomunicación" y las condiciones en las que se encuentran.
La marcha partió minutos después de las 12.30 horas del Boulevard tras una pancarta con el lema en euskera Sevilla II SOS. En lucha por los derechos de los presos vascos. En la manifestación participaron, entre otros, el alcalde de la capital, Juan Karlos Izagirre, y representantes de Sortu como Hasier Arraiz, Rufi Etxeberria y Joxean Agirre.
Tras recorrer varias calles céntricas, la marcha concluyó de nuevo en el Boulevard, donde Imanol Aranburu, como portavoz de los familiares y amigos de los reclusos convocantes de la manifestación, leyó un comunicado en el que denunció la "grave" situación que viven los reclusos de ETA en el penal andaluz.
Aranburu afirmó que la política penitenciaria del Gobierno español supone "un claro ataque a los derechos humanos", tanto en la cárcel de Sevilla como en el resto de prisiones del Estado español.
"La vulneración de derechos humanos es algo inaceptable en cualquier contexto pero mantener esta política penitenciaria vengativa e inhumana en este escenario político es de mayor gravedad aún más", remarcó.
Por su parte, el coordinador de Sortu de Gipuzkoa, Joxean Agirre, denunció la "grave" vulneración de derechos humanos que se está dando en la cárcel de Sevilla II.
En ese sentido, recordó que, pese a que los reclusos han abandonado la huelga de hambre que han mantenido durante 32 días, "la lucha sigue en pie". Agirre denunció que la de Sevilla "no es la única prisión en la que, sistemáticamente, en el contexto de una política penitenciaria pensada para tiempos de enfrentamiento y de conflicto".
A su juicio, es necesario situar la política penitenciaria "en el nuevo ciclo político que vive Euskal Herria de la normalización y de la pacificación" y apostó por "desarmar todas las políticas del enfrentamiento y situarlas en clave resolutiva".
Por ello, realizó un llamamiento "expreso" en el cual "se sientan vinculados todos los agentes sociales y políticos e instituciones de este país" para cambiar la política penitenciaria "de una vez" y poder "situar a los presos en este proceso en clave de resolución".