Bruselas. Liberales, socialistas y verdes firmaron ayer en Luxemburgo el acuerdo con el que gobernarán el Gran Ducado los próximos cinco años y que confirma una coalición inédita que desalojará del poder a los democristianos por primera vez desde los años 70. El líder liberal y futuro primer ministro, Xavier Bettel, fue el encargado de presentar las líneas maestras del pacto negociado durante más de un mes y que está recogido en un acuerdo de 193 páginas.
Bettel sustituirá como jefe del Ejecutivo al democristiano Jean-Claude Juncker, el dirigente más veterano de Europa, con casi dos décadas en el cargo, después de que éste se viese obligado a convocar elecciones anticipadas tras perder el apoyo de sus socios de Gobierno por un escándalo en los servicios secretos del país.
El que hasta enero fuera también presidente del Eurogrupo logró una clara victoria en los comicios del 20 de noviembre, pero no obtuvo la mayoría absoluta, y su partido pasará a la oposición tras liderar el país casi de forma ininterrumpida desde la Segunda Guerra Mundial.
Frente a la veteranía de Juncker, Bettel supone un soplo de aire fresco en la política luxemburguesa.
De sólo 40 años y declarado homosexual, el dirigente liberal ha logrado un ascenso fulgurante desde su puesto de alcalde de la capital.
Tras duras negociaciones, Bettel ha logrado garantizarse el apoyo de los socialistas del LSAP y de Los Verdes, con los que conformará una ajustada mayoría de 32 escaños sobre los 60 del Parlamento.
Liberales y socialistas, que obtuvieron 13 diputados cada uno en las elecciones, mantendrán el equilibrio dentro del Gobierno y se repartirán seis ministerios, mientras que los ecologistas recibirán tres carteras. Además del cargo de primer ministro, los liberales tendrán la responsabilidad en Finanzas, mientras que los socialistas se ocuparán de las carteras de Economía y de Asuntos Exteriores, entre otro ministerios.