Queman contenedores en un nuevo acto de kale borroka

sortu "no comparte" esos ataques pero le preocupan más los presos que unos "contenedores de plástico"

M. Vázquez

Bilbao. Un nuevo acto de kale borroka tuvo lugar ayer por la tarde en el barrio bilbaíno de Santutxu cuando tres personas encapuchadas prendieron fuego a tres contenedores y posteriormente se dieron a la fuga. Tras tener conocimiento de los hechos se desplazaron al lugar bomberos y agentes de la Ertzain-tza y comprobaron que el fuego, además de afectar a los contenedores, se extendió a una farola. La Policía vasca mantiene el dispositivo de búsqueda de los autores del ataque. Este es el cuarto incidente de kale borroka que tiene lugar desde el pasado martes, dos de ellos en Bilbao (en ambos casos se ha tratado de una quema de contenedores) y los otros en Getxo y Algorta (sendas pintadas contra la sede del PP y el mobiliario urbano).

Tras el cese de las acciones de ETA, la kale borroka no desapareció, pero sí se volvió esporádica. Aunque condenaron enérgicamente estos actos, la mayoría de los partidos optaron por no encender las alarmas y los consideraron tics del pasado o actuaciones aisladas de simpatizantes que escaparían del control de la izquierda abertzale, si bien exigieron a Bildu que, al menos, los rechazara.

Pese a que varios batzokis han sido saboteados, el Gobierno Vasco ha optado por la prudencia y ha puntualizado que buena parte de esos ataques pueden interpretarse erróneamente como kale borroka cuando en realidad habrían sido perpetrados por grupos antisistema. Sin embargo, anteayer coincidieron en el tiempo tres actuaciones -a la que se sumó el incidente de ayer en Santutxu- que algunos partidos políticos no han dudado en calificar de "rebrote" de la violencia callejera.

Sortu aseguró ayer que "no comparte en absoluto ese proceder". A preguntas de los periodistas, Pernando Barrena dijo que la quema de contenedores "está fuera de tiempo y lugar", aunque agregó que, "más que unos contenedores de plástico", a su partido le preocupan "los derechos de las personas, en este caso los derechos de los presos políticos vascos en huelga de hambre por unas condiciones de vida dignas", en referencia a la situación en la cárcel de Sevilla II. Según matizó, desconocía el ataque a la sede del PP. El secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, señaló en Radio Euskadi que esos episodios "son coletazos del pasado" y que, aunque "hay que denunciarlos, no deben hacer perder la perspectiva de dónde venimos y hacia dónde vamos". Rodolfo Ares (PSE) exigió a Sortu que condene esos actos con contundencia.