madrid. Decidido a mantener hasta el final su férreo control sobre la iglesia española, el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, volvió a dejar claro su perfil más ideológico tras mostrar su preocupación por la unidad de España, además de reclamar a los políticos que respeten las normas básicas de convivencia, "como la Constitución".
Más implicado que nunca en la defensa política del Estado, Rouco, que en un plazo máximo de cinco meses tendrá que dejar su cargo, se refirió también a la excarcelaciones de presos de ETA -para mostrar la preocupación de los obispos por que las "heridas" provocadas por el terrorismo no se curen por la vía del arrepentimiento- y por las "leyes injustas" que afectan al matrimonio y la familia.
"Nos preocupa que las heridas causadas por el terrorismo a tantas víctimas y a la sociedad entera no se curen por el camino del arrepentimiento, del propósito de la enmienda y de la satisfacción de las víctimas. Es decir, que no se curen en su raíz por el camino del perdón y de la misericordia buscada, aceptada y concedida de corazón".
Sobre la unidad de España no se recató al afirmar que "nos preocupa que la unión fraterna entre todos los ciudadanos de las distintas comunidades y territorios de España, con muchos siglos de historia común, pudiera llegar a romperse. La unidad de la nación española es una parte principal del bien común de nuestra sociedad que ha de ser tratada con responsabilidad moral".
relaciones iglesia-estado También subrayó que las relaciones entre la Iglesia y el Estado están "suficientemente bien reguladas" por los Acuerdos firmados en 1979 entre la Santa Sede y el Estado, que, a su juicio, "reflejan fielmente" tanto los principios del Concilio Vaticano II como los de la Constitución.
Asimismo, puso de relieve la preocupación aún viva de los obispos por "el presente y futuro del matrimonio y de la familia" a cuyo empeoramiento contribuyen las "leyes injustas" y aseguró que solicitarán "con todo respeto e incansable insistencia" a los gobernantes "un giro positivo de la legislación y de la política sobre el matrimonio y la familia", que incluye "la problemática de la bioética y el derecho a la vida".
Durante su discurso, Rouco aseguró que la sociedad en general, y la española en particular, vive un profunda crisis de fe por lo que insta a los "pastores" de la iglesia Católica a utilizar la primera encíclica del papa Francisco I como instrumento para predicar la fe.
Además, recordó a los 522 mártires beatificados el pasado octubre "que se vieron dramáticamente inmersos en la noche del ateísmo del siglo XX" y que sirven de ejemplo para "mantener firme la fe, aunque haya dificultades".
Por último lamentó "el egoísmo, que triunfa en la vida matrimonial y familiar de España tal vez como en ningún otro campo de las relaciones sociales".
las claves
l Su última asamblea. Los obispos españoles se reúnen para elegir nuevo secretario general, estudiarán la liquidación presupuestaria de 2013 y analizarán la posibilidad de modificar el actual Reglamento sobre las Fundaciones canónicas. Será la última asamblea de Rouco, ya que en un plazo no superior a cinco meses será relevado de su cargo.
l Una mujer, "poco probable". El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, ha reconocido que su sucesor, cuyo nombre será conocido mañana, es "poco probable" que sea una mujer.
l Recuerdo a los 'mártires' del 36. Rouco recordó y elogió a los 522 mártires beatificados el pasado octubre "que se vieron dramáticamente inmersos en la noche del ateísmo del siglo XX" y que, según dijo, sirven de ejemplo para "mantener firme la fe, aunque haya dificultades".
Rouco Varela, en una visita a Navarra Foto: unai beroiz