Basura acumulada en la calle Bretón de los Herreros, cuando se cumple el décimo día de huelga de limpieza. Foto: efe
El ultimátum de Botella no convence a los madrileños, que empiezan a exigir responsabilidades por las basuras
ERC presenta en el congreso una enmienda que prohíba a los militares suplantar a los huelguistas
madrid. Cochina, guarra, horrorosa, sucia, deplorable, fatal, asquerosa, terrible, vergonzosa y desastrosa: son las palabras que más se escucharon ayer en Madrid en la décima jornada de huelga indefinida de limpieza y un día después del ultimátum de la alcaldesa, Ana Botella, que muchos madrileños consideran que llega "tarde".
El plazo de 48 horas que anunció Botella para resolver el conflicto, con la alternativa de encargar a la empresa pública Tragsa el cumplimento de los servicios mínimos, ha llegado "tarde", en opinión de dos turistas, quienes tildan a todas las partes implicadas en la huelga como "insensibles". A su juicio, la zona centro "no da tan mala impresión", en comparación con Chueca, barrio que les pareció "desastroso".
Un hombre de avanzada edad culpó a los medios de comunicación de "grabar sólo la basura", cuando la Gran Vía está "reluciente", en su opinión. "Ana Botella nos ha llevado a este asco, debería dimitir", espeta un hombre, mientras se despega un chicle de la suela del zapato y tira un cigarrillo al suelo. Carabanchel está "fatal", apostilla su pareja, antes de recordar que "los madrileños pagan unos impuestos para recibir unos servicios de calidad".
del municipio al congreso El portavoz municipal del PSOE, Jaime Lissavetzky, acusó a la alcaldesa de haber sumido a la ciudad en la "vergüenza nacional e internacional" por su "incapacidad" de gestión de la huelga de limpieza, a la vez que reclamó su dimisión si no enseña los contratos de limpieza viaria.
Además, remarcó que la decisión de contratar a Tragsa podría no ser legal, dado que sería necesario declarar una situación de emergencia, algo que han exigido los propios trabajadores de esta empresa pública que, según recordó, también está inmersa en un ERE.
El asunto de la huelga de Madrid llegó ayer al Congreso, donde ERC presentó una proposición no de ley para prohibir que los miembros de las Fuerzas Armadas puedan actuar de "esquiroles" en las huelgas. En la iniciativa, ERC recuerda que la utilización de los militares tiene un precedente cuando asumieron el trabajo de los controladores aéreos en 2011, lo que a su juicio supone un "boicot" al derecho de huelga.